El tabaco participa como agente causal en el cáncer de pulmón, cavidad oral, faringe, laringe, esófago, estómago, cuello de útero, vejiga, riñón, páncreas y próstata, además de la leucemia mieloide aguda. Se estima que el efecto carcinógeno del tabaco se asocia al 16-40% de los casos de cáncer en general. De ahí que el hecho de no fumar se considere en la actualidad como la mejor medida preventiva frente al cáncer.
El riesgo de desarrollar cualquiera de los tumores relacionados con el tabaco está determinado por diversos factores:
- Fecha de inicio en el hábito de fumar.
- Número de cigarrillos que se fuma diariamente.
- Duración del hábito.
- Potenciación con otros factores tóxicos.
- Estado físico.
- Susceptibilidad individual
Los expertos señalan que el tabaco reduce la esperanza de vida entre 7,5 y 10 años.
Cáncer del aparato respiratorio
El hábito de fumar está en el origen del 95% de los tumores de pulmón, la primera causa de muerte por enfermedad oncológica; el 82% de los de laringe y el 90% de los de la cavidad oral (labio, lengua, glándulas salivares) y faringe. La combinación de tabaco y alcohol aumenta el riesgo de desarrollar un cáncer orofaríngeo. En el caso del cáncer de pulmón, la reducción de la esperanza de vida es proporcional al número de cigarrillos que se fuma y a la duración del hábito tabáquico. Sin embargo, siempre que no exista ya un tumor incipiente en desarrollo, si se deja de fumar el riesgo de sufrir un cáncer de pulmón prácticamente se iguala al de los no fumadores al cabo de 15 años.
Asimismo, los fumadores pasivos presentan un riesgo superior de sufrir este tipo de cáncer al de las personas que no se ven expuestas al humo del tabaco.
Cáncer del aparato digestivo
Un 80% de los casos de cáncer de esófago puede atribuirse al hábito de fumar, ya que hasta él llegan el moco y la saliva que, procedentes de las vías respiratorias altas, impregnados con los componentes del humo del tabaco. Además, si se combina el tabaco con el consumo de alcohol, este riesgo se multiplica por 17. En lo que respecta al cáncer de estómago, los fumadores presentan un riesgo hasta tres veces superior que los no fumadores. Sin embargo, con respecto al cáncer de páncreas sólo se considera que el riesgo está aumentado en los grandes fumadores.
Cáncer del aparato urinario
El más frecuente es el de vejiga y se estima que los fumadores tienen un riesgo de tres a cuatro veces superior al de los no fumadores. Asimismo, se considera que existe un mayor riesgo cuando el fumador reside en una zona industrial o trabaja con determinadas sustancias, como disolventes o colorantes.
Cáncer del aparato genital femenino y mama
La estimación en este caso es que el 30% de los cánceres de cuello de útero están causados por el tabaco y que existe un mayor riesgo de sufrir un cáncer de mama, especialmente en mujeres que fuman desde hace más de 30 años.