La dislexia es un problema que se suele presentar en cualquiera de sus diferentes grados durante la infancia y que afecta al aprendizaje de la lectura y la escritura. Aunque en algunos casos se puede seguir siendo disléxico durante toda la vida, es importante saber que cuanto antes se diagnostique y se trate antes mejorará el rendimiento escolar y habrá mayores posibilidades de superar el problema dependiendo del grado en que éste se manifiesta.
Por otra parte, no es lo mismo un niño en edad de preescolar que otro de doce años, que se encuentra iniciando la enseñanza secundaria. Como es lógico, las manifestaciones de este trastorno del aprendizaje del lenguaje son diferentes a cada edad y, por tanto, también han de serlo los criterios para su identificación. Los antecedentes familiares o los problemas en el aprendizaje del lenguaje deben llevar al profesor y a los padres a sospechar que el niño tiene dislexia siempre que sea conocedor de cuáles son los criterios que deben seguir, aunque no siempre se dan todos.
Edad preescolar
Un retraso del niño en aprender a hablar con claridad puede ser un signo de dislexia. Y ello se puede advertir por diferentes confusiones que el niño tiene de forma frecuente al hablar. Así, por ejemplo, que se confunda al decir palabras que se asemejan fonéticamente, o que no sea capaz de recordar listas de cosas (como los colores o los primeros números), que no controle adecuadamente las palabras relacionadas con la orientación espacial (arriba, abajo, adelante, atrás, etc.), que tenga más habilidad con los trabajos manuales que los lingüísticos, o que le resulte difícil repetir palabras con rima. También hay que tener en cuenta que este tipo de confusiones no se dan siempre con la misma intensidad y de forma continua, por lo que puede haber días mejores que otros.
Niños de hasta 9 años
Cualquier dificultad que un niño de primaria para aprender a leer o a escribir puede significar que presenta dislexia. Pero, además de la falta de atención y concentración con algunos problemas de conducta en clase, hay signos característicos que pueden confirmar esta sospecha, como escribir los números al revés, que no distinga la izquierda de la derecha, que no se llegue a aprender el alfabeto, las tablas de multiplicar o cualquier tipo de conceptos secuenciales, como los meses del año, los dedos de la mano, etc.
Niños de 9 a 12 años
A esta edad los niños disléxicos pueden ser muy desorganizados y presentar alteraciones de la conducta como falta de atención y/o impulsividad. También tienen dificultad para seguir instrucciones orales o copiar en el cuaderno las frases que el profesor escribe en la pizarra. Pero hay un signo muy característico de la dislexia, como es el alterar el orden de las letras u omitir alguna de ellas cuando escribe.
Niños de más de 12 años
La frustración que les genera este trastorno del aprendizaje del lenguaje suele producir a partir de esta edad conductas disruptivas o una actitud de inhibición que en ocasiones se asocia a síntomas depresivos. Odia leer y escribir, confunde las instrucciones verbales y una baja comprensión lectora, además de tener claras dificultad para hacer redacciones escritas correctamente, no sólo por la alteración del orden de las letras o la omisión de alguna de ellas, sino también porque comete numerosos errores gramaticales y faltas de ortografía, con un modo de escribir que a veces resulta incomprensible por descuidado y desordenado.