Un golpe o traumatismo puede provocar la pérdida o avulsión de un diente de leche, con mucha frecuencia uno o los dos incisivos centrales superiores. Y ello tiene sus consecuencias, pues, más allá de un simple problema estético, la ausencia de algún diente anterior afecta tanto a la fonación como a la masticación y la deglución.
Además, hay que saber que existe una estrecha relación entre el diente de leche y el diente definitivo que se encuentra inmediatamente por debajo de él y que la ausencia del primero puede provocar que éste crezca torcido o fuera de su sitio.

diente
- No hay que tocar la raíz del diente, sino que debe cogerse siempre por la corona.
- Si la raíz está completamente limpia se colocará el diente en su sitio, manteniéndolo en él mediante una ligera presión ejercida con el dedo.
- Si estuviera sucio se rociará con un chorro continuo de suero fisiológico antes de proceder a su reimplante. En ningún caso debe limpiarse la raíz o el diente con agua, alcohol o cualquier otro líquido que no sea suero fisiológico.
- El reimplante debe realizarse antes de que haya transcurrido una hora desde el momento de la caída del diente.
- Si no fuese posible recolocarlo, debe conservarse en un recipiente con un poco de leche o suero fisiológico.
Una vez en la consulta del odontopediatra éste evaluará la situación y realizará el tratamiento más adecuado y realizar el seguimiento posterior para valorar la evolución del diente.