Cada vez son más los niños alérgicos. En la actualidad entre el 25-20% de la población infantil es alérgica y esta cifra aumenta cada año aproximadamente un 2%. La alergia se define como la hipersensibilidad del organismo a una sustancia específica, de modo que cuando se entra en contacto con él (por inhalación, ingestión o tocándolo) el sistema inmunológico reacciona de una forma anormal, ocasionando los síntomas característicos: respiratorios, cutáneos, intestinales, oculares, etc.
En cualquier caso, hay que advertir que no es lo mismo la alergia a una sustancia que la intolerancia a la misma, ya que en la primera media el sistema inmunológico y en la otra no.
Las sustancias que provocan la reacción alérgica del organismo se denominan alérgenos y los más comunes son los siguientes:
- Polen de plantas y esporas de hongos y moho.
- Alimentos: leche de vaca y sus derivados, huevo, harina, algunas frutas, miel, mariscos, frutos secos, colorantes, etc.
- Ácaros (insectos que viven en el polvo, colchones, etc.)
- Insectos: picadura de abeja o de avispa.
- Medicamentos: penicilina, aspirina, paracetamol, etc.
- Látex.
- Productos químicos: componentes de cremas cosméticas, perfumes, jabones, insecticidas, etc.
- Pelo de animales (fundamentalmente perros y gatos).
- Níquel: ya se ha prohibido su uso la fabricación de utensilios en los que antes estaba presente como componente del acero inoxidable (bisutería, relojes, monturas de gafas, monedas, etc.)
- Anisakis: un parásito del pescado que se encuentra en su aparto digestivo y que puede eliminarse mediante la congelación del producto.

Causas de las alergias infantiles
Los hijos de padres alérgicos tienen un 80% de posibilidades de serlo también ellos, aunque también puede adquirirse por una exposición continuada a una misma sustancia de modo que se produzca la hipersensibilización. Por otra parte, la contaminación de las ciudades está favoreciendo el aumento de la incidencia de las alergias.
Las alergias alimentarias pueden aparecer en el primer año de vida, durante el cambio de la lactancia a alimentos sólidos, por lo que esta transición debe realizarse lentamente y prestando atención a cualquier síntoma que pueda indicar una reacción alérgica.
Es posible, asimismo, que antes de los 5 años se produzcan episodios de asma que, sin ser de origen alérgico, pueden indicar una predisposición a que en el futuro se presente algún tipo de alergia.
Es a partir del quinto año de vida cuando aparecen las alergias más comunes, que suelen manifestarse con rinitis, dermatitis, conjuntivitis o asma bronquial. En el caso de que se detecte alguno de estos síntomas deberá acudirse al alergólogo con el fin de realizar las pruebas de sensibilidad que permitirán determinar a qué es alérgico el niño. En algunos casos, como el polen, podrá confeccionarse una vacuna personalizada (inmunoterapia) con la que se le podrá insensibilizar en gran medida frente a los alérgenos. En otros, como es el caso de los alimentos, los medicamentos, determinadas sustancias químicas, metales y otros materiales, bastará con evitar el alérgeno para no sufrir episodios de alergia.
En caso de detectar los primeros síntomas sospechosos de una alergia en el niño, se debe realizar una exploración alergológica para definir exactamente a qué es alérgico y tomar las medidas adecuadas.