De una manera general, puede decirse que la presoterapia, independientemente de que se realice con fines estéticos o estrictamente médicos, persigue dos finalidades: mejorar la circulación sanguínea y realizar un drenaje linfático que impida la acumulación de líquidos y favorezca la eliminación de toxinas. Desde esta perspectiva está claro que se consiguen objetivos terapéuticos concretos, como tener una mejor oxigenación de la sangre, mejorar la circulación de la sangre, reducir edemas, activar la circulación linfática, relajar y tonificar la musculatura, etc.
No obstante, existe una cierta controversia sobre su efectividad en determinados tipos de tratamientos estéticos, quizás por el hecho de que algunos de los argumentos que se utilizan para explicar su eficacia muchas veces carecen de rigor. En este sentido, algunos expertos sostienen que hay que concebir la presoterapia más como una técnica rehabilitadora que como estrictamente terapéutica. Y en este sentido hay que hablar de los pros y los contras. Como tal, tiene sus beneficios y contraindicaciones, pero también sus inconvenientes.
Beneficios
Entre ellos se destacan los siguientes:
- Mejora la circulación sanguínea, activando la circulación de retorno. Y esto la hace útil en el tratamiento rehabilitador de lesiones deportivas, piernas cansadas y otros problemas circulatorios. También puede ayudar a prevenir la parición de varices y en algunos casos también reducir el riesgo de trombosis, pero, obviamente, ello implica la necesidad de continuidad del tratamiento en el tiempo.
- Estimula y activa la circulación del sistema linfático, lo que puede ser buenos para eliminar los puntos de acumulación de líquidos (edemas) y normalizar la eliminación de toxinas. De ahí que se utilice, por ejemplo, como tratamiento rehabilitador en casos de linfedemas primarios y secundarios. Pero lo habitual es que su finalidad sea la de llevar a cabo lo que se denomina un drenaje linfático, generalmente localizado y asociado a problemas concretos.
- Una de las aplicaciones de la presoterapia más publicitadas en el ámbito de la medicina estética se refiere a su utilidad en el tratamiento de la celulitis, o como medio para adelgazar y estilizar el cuerpo. Se argumenta en este sentido que está técnica rompe las bolsas de grasa (acumulaciones localizadas), favoreciendo que luego ésta sea eliminada del cuerpo. En realidad se puede aceptar que mejora la apariencia de la celulitis, no que la elimina. Asimismo, si hay pérdida de peso, ésta se debe a la eliminación de líquidos retenidos, más que a la de grasa. Pero sí tiene su utilidad antes y después de realizarse una liposucción, pues mejora la circulación sanguínea superficial de la piel, mejora el drenaje linfático y contribuye a asentar la zona en la que se ha eliminado la grasa por medio de la aspiración.
Contraindicaciones
No todo el mundo puede someterse a un tratamiento de presoterapia, pues hay contraindicaciones claramente establecidas:
- Padecer de cualquier tipo de cáncer
- Sufrir procesos infecciosos sistémicos
- Ser portador de un marcapasos
- Tener insuficiencia renal
- Haber sufrido una trombosis o una tromboflebitis
- Estar embarazada