Los baños de vapor para el pelo abren los folículos pilosos, facilitan su limpieza y la del cuero cabelludo, mejora la circulación sanguínea y favorece el crecimiento del pelo dándole una apariencia brillante y sedosa. Pero lo mejor que tiene es que puede realizarse en casa.
Para ello hay que lavar el cabello y enjuagarlo muy bien. Después se aplica un acondicionador especial o una crema regeneradora procurando repartirlo uniformemente. A continuación se sumerge una toalla en agua hirviendo (no olvidar protegerse las manos con guantes de látex), se escurre y se coloca sobre el pelo. Posteriormente se recubre con papel de aluminio y con un gorro de ducha para sujetarlo todo. De este modo se logra que el vapor no se escape y abra completamente los poros y los folículos pilosos de modo que lleguen fácilmente a ellos los nutrientes del acondicionador o la mascarilla que se haya utilizado.
El baño de vapor debe durar unos 15 minutos. Luego se retira el gorro, el papel de aluminio y la toalla y se deja enfriar durante cinco minutos, para luego enjuagar el pelo con agua templada de modo que se cierren los poros y se eliminen los restos de mascarilla, crema o acondicionador.
Una de las ventajas de esta técnica, es que el peinado resulta mucho más fácil y el pelo adquiere un brillo especial.