hemartrosis
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Rotura de la membrana sinovial por traumatismo.
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La existencia de una fractura de alguno de los huesos que configuran la articulación.
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Esguince de ligamentos con rotura de la membrana sinovial.
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Rotura de uno o los dos ligamentos cruzados.
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Sinovitis vellonodular.
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Osteoartritis.
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Tumores de la membrana sinovial.
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Ruptura de ligamentos cruzados.
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Tumores de la sinovial.
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Lesiones pseudotumorales como la sinovitis villo nodular.
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Hemofilia.
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Daños vasculares.
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Mielopatía.Complicaciones de tratamientos anticoagulantes.
La clasificación de las hemartrosis viene determinada por la causa y el tiempo de aparición, pudiendo ser agudas o subagudas. Las primeras suelen ocurrir en rodillas sanas y se desarrollan pocas horas, mientras que las otras se deben normalmente a una sinovitis o una lesión de cualquiera de los componentes de la articulación.
En el caso de las hemartrosis agudas la sintomatología incluye una sensación de ardor, aparición de una inflamación que tensa y enrojece la piel, dolor que se intensifica al tratar de moverla y limitación de la movilidad de la articulación. Cuando acompañan a fracturas óseas, la inflamación adquiere un gran volumen y el dolor es muy intenso.

Tratamiento de la hemartrosis
El tratamiento de la hemartrosis dependerá de cuál sea la causa. Si ésta es de origen traumático, la curación de la lesión: mantener en reposo la rodilla, vendaje ligeramente compresivo, analgésicos y aplicación local de calor. No obstante, como sucede en el caso de una fractura de rótula, la inflamación es tan voluminosa y el dolor tan intenso que es necesario realizar una punción para extraer la sangre acumulada. Esta maniobra puede realizarse también con fines diagnósticos.
Mención aparte merece el tratamiento de la hemartrosis en personas hemofílicas, siendo una de las manifestaciones clínicas más frecuentes de esta enfermedad (80-90% de los pacientes) y que se puede complicar con la aparición de una sinovitis crónica, a causa de la recurrencia frecuente de episodios hemorrágicos en la rodilla. El tratamiento con factores de coagulación es la mejor manera de evitarla.
Pero cuando se produce la hemartrosis se aplica un tratamiento conservador que incluye reposo, antiinflamatorios específicos para la hemofilia (los no esteroideos y los derivados del ácido acetilsalicílico estás contraindicados), aplicación local e intermitente de frío, inmovilización de la rodilla y, lo más importante la aplicación del factor de coagulación correspondiente. Si este tipo de tratamiento junto a la fisioterapia y la rehabilitación no resultase eficaz, se puede recurrir a practicar una sinovectomía (extirpación de la membrana sinovial), bien por vía quirúrgico o bien mediante la inyección intraarticular de sustancias radioisotópicas.