Disminuir un mínimo de un 7% del peso y practicar ejercicio durante 75 minutos semanales fue el tratamiento que utilizó un estudio reciente para medir la evolución de un grupo de diabéticos tipo 2. Tras 12 meses, su calidad de vida aumentó considerablemente.

La diabetes tipo 2 es una enfermedad muy frecuente que afecta casi al 10% de la población adulta en el mundo occidental. En el 90% de los casos, está asociada a la obesidad. Muchas de las personas que toman varios comprimidos al día deben de llevar un plan de alimentación y la mayoría de ellos deberían de perder peso, pero ¿qué se podría hacer para mejorar la calidad de vida de estas personas?
Tú y yo llevamos años divulgando temas médicos. Eso te ha permitido hacer esa brillante introducción; pero muchas personas que nos lean no saben bien lo que es la diabetes tipo 2, por eso me voy a permitir explicar en qué consiste.
La diabetes es una alteración del funcionamiento normal de nuestro organismo. Se produce fundamentalmente por dos razones: bien porque el páncreas no produce insulina; bien porque, aunque la produzca, no puede hacer bien su efecto. Tanto en un caso como en otro, lo que sucede es que debido a la falta de insulina no se abren las puertas de las células, con lo cual, la glucosa no puede entrar en ellas y se irá acumulando progresivamente en la sangre. Por tanto, podemos clasificar a la diabetes en dos grupos principales: diabetes mellitus tipo 1, cuando el páncreas no produce insulina, y diabetes mellitus tipo 2, cuando la insulina producida por el páncreas no hace bien su efecto.
La diabetes tipo 1 aparece generalmente en jóvenes, ¿no es así?
Sí, muy bien.
La diabetes mellitus tipo 1 aparece generalmente en personas jóvenes y se presenta cuando las células Beta del páncreas, las que producen la insulina, son destruidas por el propio organismo. El tratamiento consiste en seguir una alimentación adecuada, practicar ejercicio físico y la administración, bajo prescripción médica, de inyecciones de insulina varias veces al día.
En la diabetes mellitus tipo 2, en cambio, el páncreas sí es capaz de producir insulina, a veces incluso en exceso. El problema se encuentra en las cerraduras de las puertas de las células, que están estropeadas, y hace que la insulina, que es la llave, las abra con dificultad. Por eso el tratamiento en estos pacientes, no es administrar insulina, sino arreglar las cerraduras estropeadas. El 90% de los diabéticos tipo 2 son obesos.
Bien, ¿y qué podemos hacer para mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes tipo 2?
En enero de 2009 se publicó un artículo en la revista Archives of Internal Medicine, donde se ha comprobado que los diabéticos tipo 2, mejoran en calidad de vida tanto física como mental participando durante un año en un programa de pérdida de peso.
¿Cuántas personas participaron en el estudio?
Participaron 5.145 personas de edades comprendidas entre 45 y 74 años. Los participantes fueron distribuidos de forma aleatoria en un grupo de control y en un programa de pérdida de peso. El objetivo era que los integrantes de este último grupo perdieran al menos el 7% del peso corporal inicial y que hicieran ejercicio durante 75 minutos a la semana como mínimo. Fíjate que el objetivo no era muy ambicioso.
¿Qué resultados se obtuvieron?
A los 12 meses de iniciarse el estudio, obtuvieron los siguientes resultados:
- La calidad de vida relacionada con la salud física del grupo de control había empeorado.
- En el grupo de intervención mejoraba de forma significativa la calidad de vida, tanto física como psíquica.
- Los pacientes que al inicio del estudio tenían las peores calificaciones en calidad de vida, eran los que más mejoraban.
- Los más obesos del grupo de intervención no mejoraron.
Esos son los resultados del estudio, pero tu llevas 30 años tratando a personas diabéticas tipo 2, ¿cuál es tu opinión?
Mi opinión personal es que cuando un diabético tipo 2 obeso pierde peso, su calidad de vida mejora espectacularmente. Lo difícil es mantener esa pérdida de peso a lo largo del tiempo. Para ello, es necesario que el paciente sea citado frecuentemente en la consulta del nutricionista, supervisada por un endocrino.