El lupus eritematoso es una enfermedad autoinmune por la que el sistema inmunológico no reconoce a las células sanas del propio organismo y las ataca, pudiendo afectar a cualquier órgano, el sistema sanguíneo, la piel o las articulaciones. Se trata de una patología que se da con mayor frecuencia en mujeres, en la franja de edad comprendida entre los 10 y los 50 años y en las personas de raza negra y asiática. No se conoce bien cuál es la causa y, aunque se sabe que existen alteraciones genéticas asociadas éstas no son un factor determinante de la enfermedad.
Síntomas del lupus eritematoso
Los síntomas de esta enfermedad autoinmune son diferentes en cada persona y tienen un carácter fluctuante, ya que aparecen y desaparecen. No obstante, hay síntomas que suelen ser comunes, como la erupción cutánea en forma de mariposa que aparece en la cara ocupando el puente de la nariz y ambas mejillas y que da nombre a la enfermedad por ser una característica habitual de la cabeza de los lobos. Otros síntomas frecuentes son los siguientes:
- Fiebre no justificada.
- Fatiga.
- Malestar general.
- Aparición de úlceras orales.
- Caída del pelo.
- Fotofobia.
- Artritis, principalmente en las articulaciones de las manos, las muñecas y las rodillas.
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Dolor torácico al respirar profundamente.
El problema del lupus eritematoso radica en cuál sea el órgano que resulte afectado en cada momento, ya que los síntomas variarán en función de ello:
Si ataca al cerebro y el sistema nervioso central, pueden aparecer cefaleas, convulsiones, alteraciones de la vista, trastornos del comportamiento, hormigueo y entumecimiento, etc. Si se trata del aparto digestivo, serán frecuentes las náuseas y los vómitos. En el corazón producirá arritmias. En los pulmones, dificultad para respirar, y expectoraciones sanguinolientas. Si afecta al riñón, aumento y pérdida de peso recurrente, hinchazón de las piernas, etc. Abortos repetitivos si ataca al aparato ginecológico femenino. En la piel puede ocasionar cambios de coloración asociados al frío o psoriasis artrósica.
Tratamiento del lupus eritematoso
Para que se llegue a un diagnóstico de lupus eritematoso deben darse en el paciente al manos cuatro de los 11 signos comunes de la enfermedad. En cualquier caso, hay que saber que no existe un tratamiento específico para esta enfermedad y que el abordaje terapéutico se hace con el objetivo de controlar los síntomas o los problemas que se producen en cada momento. Cuando se trata de afecciones que comprometen un órgano concreto (corazón, pulmón, etc.) deberá ser el especialista el que determine cuál es el tratamiento más indicado, por lo que las personas con lupus eritematoso deberán contar con una asistencia multidisclipnar.
Además, hay que tener en cuenta que la enferme se hace más activa conforme cuando debuta antes de los 40 años de edad o en los primeros años después del diagnóstico. Finalmente, cabe hablar de las posibles complicaciones, en función del órgano afectado: embolias pulmonares, tromboembolismo, anemia, abortos de repetición, accidente cerebrovascular, endocarditis, hipertensión pulmonar, etc.