Actualmente existen diferentes técnicas de reproducción asistida. Su elección dependerá de las causas de infertilidad de la pareja, las circunstancias que recomienden su utilización y los resultados de la exploración clínica que se realiza a ambos miembros:
1) Coitos programados
Es la primera opción en parejas jóvenes que llevan un tiempo intentando conseguir el embarazo, sin que haya causa aparente de infertilidad. Se programan los coitos en función del ciclo natural de la mujer, pudiéndose recurrir a la estimulación ovárica para inducir la ovulación.
2) Inseminación artificial
Puede realizarse utilizando esperma de la pareja o procedente de un donante en el caso de que el varón sea estéril. Se utiliza cuando la causa de la esterilidad de la pareja es desconocida o concurren circuntancias que impiden que el espermatozoide pueda llegar en condiciones adecuadas a la vagina: eyaculación precoz o retrógrada, vaginismo, impotencia, malformaciones del útero, moco cervical demasiado espeso, disfunciones ovulatorias, etc.
Esta técnica conlleva en la obtención de semen de la pareja mediante la masturbación (deben haber transcurrido al menos tres días sin relaciones sexuales y la muestra tiene que tener un volumen mínimo de 5 cc.). A partir de ahí serán seleccionados los espermatozoides más aptos, que luego serán introducidos en la vagina, el útero o las trompas de Falopio en el momento de la ovulación de la mujer. No obstante, para llevarla a cabo han de cumplirse una serie de requisitos:
- Las trompas de Falopio han de ser permeables.
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Los espermatozoides deben ser de buena calidad en cuanto a movilidad y morfología.
La inseminación artificial consta de tres fases:
- Estimulación ovárica previa mediante hormonas para aumentar el número de ovocitos maduros.
- Obtención y preparación del semen, seleccionando los espermatozoides más activos.
- Inseminación de la mujer.

3) Fecundación in vitro (FIV)
En este caso, el procedimiento consta de seis fases:
- Estimulación ovárica de la mujer mediante tratamiento hormonal.
- Extracción de ovocitos.
- Inseminación in vitro de los ovocitos con espermatozoides de la pareja o de un donante, ya sea colocándolos juntos o mediante una inyección intracitoplasmática (ICSI) de espermetozoides en el óvulo.
- Cultivo de los embriones (ovocitos fecundados) durante tres días, aunque en ocasiones puede extenderse este plazo hasta los seis días.
- Transferencia embrionaria, es decir colocando por vía transcervical uno o varios embriones en el útero o en las trompas de Falopio.
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Los embriones sobrantes serán congelados y para que puedan estar disponible en el caso de que la pareja desee un nuevo embarazo.
Dependiendo de los resultados de la exploración física y los estudios de fertilidad de ambos miembros de la pareja, suele iniciarse el proceso de reproducción asistida puede iniciarse por la técnica más sencilla (coitos programados) e ir pasando a la más compleja en caso de que fracasen.
Por otra parte, hay que tener en cuenta también que las técnicas de reproducción asistida pueden utilizarse también en parejas sometidas a consejos genético, por ser uno o ambos miembros pacientes con enfermedades hereditarias o portadores de alteraciones genéticas susceptibles de transmitir a sus hijos dichas enfermedades. El estudio genético de los embriones permitirá seleccionar aquellos que no contienen los genes que determinan la transmisibilidad de la enfermedad.