El mejor consejo para favorecer el embarazo, según explican los ginecólogos, es comportarse como si ya se estuviese embarazada. Cualquier mujer que haya decidido tener un hijo debería acudir a una consulta preconcepcional o a su ginecólogo en el mismo momento en que lo decida, pues ello le permitirá adquirir las mejores condiciones posibles para lograrlo, además de favorecer un embarazo sano y prevenir problemas para el feto.
De hecho, la consulta preconcepcional está marcada por distintos factores determinantes:
- Comprobar el estado de salud de la mujer frente a un posible embarazo: hay que valorar la viabilidad del embarazo en función de la existencia de patologías concretas, como diabetes, hipertensión arterial, obesidad mórbida, enfermedades hereditarias (en este caso para someterse al consejo genético), etc. que pueden causar complicaciones serías durante el mismo.
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Eliminar los hábitos perjudiciales: dejar de fumar, evitar el consumo de alcohol y corregir hábitos alimentarios poco saludables para seguir una dieta saludable con los nutrientes necesarios y cantidades suficientes para cubrir las necesidades del embarazo.

- Prevenir posibles malformaciones congénitas y eventuales complicaciones del embarazo: para ello el ginecólogo precribirá los suplementos de ácido fólico (previene los defectos del tubo neural en el desarrollo del feto), yodo (para evitar lesiones cerebrales en el niño y otros trastornos causados por una deficiencia de este nutriente) y otras vitaminas y minerales necesarios durante el embarazo.
- Valorar posibles problemas de fertilidad: si la mujer ha intentado quedarse embarazada sin conseguirlo, el ginecólogo la ayudará a evaluar la existencia o no de posibles problemas de fertilidad por si fuese necesario recurrir a técnicas de fecundación in vitro.
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Relaciones sexuales: muchas parejas que desean tener un hijo se obsesionan por mantener relaciones sexuales en los momentos de mayor fertilidad de la mujer (ovulación y temperatura basal), lo que genera un estrés añadido que no favorece la fecundación. Lo mejor es prescindir de ello y practicar el sexo con frecuencia y sin pensar en un posible embarazo.