Las hemorroides resultan de la inflamación de las venas que irrigan el recto. Causan dolor y en ocasiones sangrado, especialmente al ir al baño. Son especialmente frecuentes en el último trimestre de embarazo, así como en la fase de expulsión del parto. En la mayoría de los casos desaparecen por sí solas después de dar a luz.
Causas de las hemorroides durante el embarazo
Hay diferentes factores que favorecen la aparición de hemorroides durante el embarazo:
- Haber tenido hemorroides con anterioridad.
- Estreñimiento: la dificultad para expulsar las heces lleva a realizar más fuerza, provocando la aparición de grietas en el ano.
- Aumento de la progesterona: el embarazo incrementa notablemente los niveles de esta hormona, que favorece el estreñimiento, al tiempo que produce la relajación de las paredes de las venas, lo que tiene como consecuencia que éstas tengan una mayor facilidad para hincharse.
- Presión del útero: al aumentar su tamaño a medida que avanza el embarazo, el útero aumenta la presión sobre las venas del área pélvica y la vena cava inferior, que es la encargada de la circulación de retorno de la parte inferior del cuerpo. Esta presión provoca que el retorno de la sangre sea más lento, aumentando la presión sobre las venas y causando su dilatación. Este hecho, además de las hemorroides, favorece la aparición de varices en las piernas.
Cómo evitar las hemorroides durante el embarazo
Hay algunas medidas que pueden prevenir la aparición de hemorroides durante el embarazo:
- Evitar el estreñimiento:
- Dieta rica en fibra (cereales, verduras y frutas).
- Beber agua abundantemente.
- Realizar ejercicio regularmente.
- Ejercicios de Kegel: la gimnasia pélvica favorece la circulación de esta zona y, por tanto del recto, y fortalecen los músculos del área, reduciendo así las posibilidades de que aparezcan hemorroides.
- Ir al baño en el momento es se tienen ganas, en vez de aguantar. Hay que tratar de no hacer fuerza o la menor posible para lograr la evacuación de las heces.
- Mantenerse en movimiento, evitando pasar largos periodos sentada o parada.
- En situación de reposo, es preferible recostarse sobre el lado izquierdo para evitar la presión sobre la vena cava inferior.