La dieta blanda es un plan de alimentación de mayor o menor duración que los médicos prescriben ante diferentes enfermedades del aparato digestivo o la recuperación de una intervención quirúrgica. Su característica fundamental es que incluye alimentos fáciles de masticar y digerir, ausentes de condimentos, grasas, ácidos u otras sustancias utilizadas en su preparación que puedan causar irritación en el aparato digestivo o estimular la secreción de jugos gástricos.
La composición de la dieta variará en función de la situación clínica del paciente. Así, por ejemplo, una persona que haya sido sometida a una cirugía maxilofacial deberá mantener una dieta basada en líquidos y purés, al igual que aquéllas que padecen disfagia (dificultad para tragar), aunque en estos casos se podrá incluir todo tipo de alimentos.
Pero probablemente la dieta blanda más conocida sea la denominada astringente, que se prescribe ante episodios de diarrea o gastritis. Esta dieta se configura con alimentos como:
- Arroz blanco.
- Tortilla francesa.
- Pollo y pescado cocido, a la plancha o al horno y sin condimentar.
- Compotas de futas concretas, como la de manzana.
- Gelatina.
- Patatas hervidas o al vapor-
- Alguna verdura cocida.
- Nada de fritos, ni frutas ni verduras crudas, ni carnes grasas, ni salsas, ni picantes, ni alcohol, ni cafeína, ni frutos secos, ni cereales.
![dieta blanda](https://www.sanitas.es/media/sanp/imagen/original/img_biblio_dieta_blanda/dieta-blanda.webp)
Sin embargo, también cabe hablar de dietas blandas no astringentes, que se suelen utilizar para evitar vómitos y limpiar el estómago y en las que se incluyen caldos, purés de legumbres, yogur, pollo, etc. Pese a la diferencia en los objetivos de ambos tipos de dieta, hay que tener en cuenta que en realidad no hay alimentos astringentes propiamente dichos, sino que los que son ricos en grasas y fibra favorecen el tracto intestinal, por lo que deben excluirse de la dieta en caso de sufrir una diarrea o una gastritis.
También hay que considerar como dieta blanda la que se recomienda cuando se sufre de reflujo gástrico o el paciente ha sido sometido a una intervención quirúrgica por acalasia, una enfermedad rara que inhabilita al esófago para trasladar los alimentos deglutidos hacia el estómago. Este tipo de dieta contempla la ausencia de:
- Cítricos.
- Alimentos que produzcan gases.
- Tomate frito.
- Vinagre.
- Alcohol.
- Bebidas carbonatadas.
- Salsas.
- Picante.
- Cafeína.
- Salsas.
- Dulces.
- Alimentos grasos, entre ellos los fritos.
Por último hay que mencionar la dieta blanda que se administra a los pacientes ingresados en un hospital, ya sea por haber sido sometidos a una intervención quirúrgica bajo anestesia total, lo que requiere una adaptación gradual del organismo a la ingestión de alimentos, o por padecer enfermedades en las que se recomienda este tipo de dieta.