Al no conocerse la causa del cáncer de próstata no es posible desarrollar una estrategia de prevención que pueda evitar la mayoría de los casos. Tanto es así, que los factores de riesgo más significativos, como la edad, la raza y el sexo (sólo se puede dar en varones) no se pueden controlar.
No obstante en los últimos años algunos estudios comienzan a arrojar algo de luz sobre otros aspectos ante los que sí cabe una acción directa preventiva, aunque no con mucha claridad. Alguno de estos estudios, por ejemplo, parecen relacionar el sobrepeso y la obesidad con un riesgo ligeramente mayor de sufrir cáncer de próstata.
También la práctica de ejercicio físico regular parece reducir las probabilidades de sufrir este tipo de cáncer, así como la presencia en la dieta habitual de determinados vegetales: tomates, soja, col, brécol, judías y otras legumbres. Estos tres factores son indicativos de que una dieta equilibrada la práctica de ejercicio físico y, como consecuencia, evitar el sobrepeso pueden ser una buena estrategia para reducir el riesgo de que se desarrolle un cáncer de próstata.
Otro estudio se refiere a los hombres que toman suplementos vitamínicos de vitamina E y del que se desprende que un exceso de este nutriente puede favorecer un mayor riesgo.

Medicamentos
Lo que sí parece reducir significativamente el riesgo de sufrir un cáncer de próstata es el tratamiento farmacológico de la hiperplasia benigna de próstata –una patología benigna muy frecuente– con un inhibidor de la enzima 5-alfa reductasa, que es la encargada de transformar en el organismo la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), siendo esta última la hormona responsable del crecimiento de esta glándula masculina.
Los resultados de los estudios realizados en pacientes tratados con estos medicamentos apuntan a que el tratamiento en sí no tiene un efecto directo sobre la mortalidad por cáncer de próstata, si bien sí hay diferencias apreciables en relación al tipo de cáncer que se desarrolla: los hombres tratados con los inhibidores de la 5-alfa-reductasa tienen menos cáncer de próstata de bajo grado, pero algo más de tumores de grado medio o alto, que tienen más posibilidades de desarrollarse de forma agresiva.