No todo el mundo puede ser donante de médula ósea. Clásicamente se ha dicho que podía ser donante voluntario cualquier persona con buena salud y con una edad comprendida entre los 18 y 55 años. Sin embargo se ha comprobado que la probabilidad de éxito del trasplante guarda una estrecha relación con la edad del donante. Cuanto más joven es este, mejores resultados se obtienen. Esto ha provocado que, de forma progresiva, se vaya limitando la edad máxima de los donantes a los 40 años.
El donante voluntario deberá aceptar:
- Facilitar sus datos básicos (edad, dirección, teléfono y breve historial clínico) y que éstos, junto a los de compatibilidad, sean incluidos en el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO).
- Que le sea extraída una muestra de sangre para estudiar sus características de histocompatibilidad.
- Que una pequeña cantidad de la muestra de sangre sea guardada en el laboratorio para poder ampliar el estudio en caso de aparecer un paciente compatible.

Contraindicaciones de la donación de médula ósea
La donación de médula ósea está contraindicada en personas que padecen determinadas enfermedades:
- Hipertensión arterial no controlada.
- Diabetes mellitus insulinodependiente.
- Enfermedad cardiovascular, pulmonar, hepática, hematológica u otra patología que suponga un riesgo sobreañadido de complicaciones durante la donación.
- Enfermedad tumoral maligna, hematológica o autoinmune que suponga riesgo de transmisión para el receptor.
- Infección por virus de la hepatitis B o C, virus de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA) o por otros agentes potencialmente contagiosos.
- Algún factor de riesgo de SIDA (anticuerpos anti-VIH positivos, drogadicción por vía intravenosa, relaciones sexuales múltiples, ser pareja de uno de los anteriores, ser hemofílico o pareja sexual de hemofílico, lesiones con material contaminado en el último año).
- Haber sido dado de baja definitiva como donante de sangre.
- Tener antecedentes de enfermedad inflamatoria ocular (iritis, episcleritis) o fibromiálgia.
- Tener antecedentes o factores de riesgo de trombosis venosa profunda o embolismo pulmonar.
- Recibir tratamiento con litio.
- Tener recuentos de plaquetas inferiores a 120.000 ml.
Hay otras contraindicaciones que son de carácter temporal:
- Estar embarazada o amamantando a su hijo.
- Estar sometido a tratamientos anticoagulantes o antiagregantes, en función de la duración de los mismos.
No obstante, existen otros procesos que pueden dificultar la donación de médula ósea, por lo que es importante consultar con el médico antes de inscribirse como donante. Algunas de estas patologías son contraindicación para la donación de médula ósea, pero no para la de sangre periférica:
- Obesidad mórbida.
- Malformaciones del cuello o la columna vertebral.
- Posibles alergias a los anestésicos.
- Déficits enzimáticos familiares.
Por ello es recomendable que todo candidato consulte su caso particular antes de inscribirse como donante ya que algunas patologías contraindican la donación de médula ósea pero no la de sangre periférica, y viceversa.