¿Qué es la hipoteca inversa?
La hipoteca inversa es una solución financiera pensada para personas mayores que permite transformar el valor de su vivienda en ingresos sin necesidad de venderla. Podrás recibir una renta mensual de por vida, mantener la titularidad de tu casa y mejorar tu nivel de vida sin renunciar a tu hogar.
Es una forma de disponer de liquidez de manera segura, que además puede destinarse a cubrir gastos importantes como el acceso a una residencia para mayores, un centro de día o servicios de atención en el domicilio, garantizando así los cuidados que necesitas en cada etapa.
Con la hipoteca inversa, una entidad financiera te ofrece una renta mensual o un capital único, utilizando tu vivienda como garantía:
- Mantienes la propiedad de tu casa y puedes vivir en ella todo el tiempo que quieras.
- No tienes que preocuparte por devolver el dinero. La liquidación se realiza tras el fallecimiento y son los herederos quienes decidirán si cancelan la deuda o venden la vivienda.
- Es un sistema flexible que te da liquidez inmediata y que puedes destinar a gastos cotidianos o a financiar estancias en residencias de mayores y cuidados cuando lo necesites.
De esta manera, el valor de tu vivienda se convierte en un apoyo económico estable y duradero.
Para acceder a este producto deben cumplirse ciertos requisitos:
- Tener más de 65 años, o una situación de dependencia reconocida.
- Ser propietario de una vivienda en España.
- Que la vivienda sea la residencia habitual o disponga de un valor suficiente para garantizar la operación.
Estos requisitos hacen que la hipoteca inversa para mayores sea una alternativa que permita a muchas familias mantener su calidad de vida.
Imagina a María, una mujer de 72 años que vive en su vivienda habitual, valorada en 300.000 €. Aunque cuenta con una pensión, quiere disponer de más liquidez para mantener su calidad de vida sin depender de su familia.
Al solicitar una hipoteca inversa, María podría recibir una renta mensual aproximada de 800 € además de su pensión. De este modo, transforma el valor de su vivienda en ingresos que le permiten afrontar sus gastos con mayor tranquilidad.
Es importante tener en cuenta que el importe a percibir varía en función de la edad del solicitante y de la ubicación física de la vivienda. A mayor edad y mayor valor o localización del inmueble, más elevada será la renta o el capital disponible.
Mientras viva, María conserva siempre la propiedad de su casa y no tiene que devolver nada. Cuando llegue el momento, sus herederos podrán decidir si quedarse con la vivienda cancelando la deuda o venderla, liquidar el préstamo y quedarse con la diferencia.
Así, un inmueble valorado en 300.000 € se convierte en una fuente de ingresos estable que garantiza a María una jubilación más tranquila.
Este producto ofrece múltiples beneficios:
- Disfrutar de un complemento económico de por vida.
- Mantener siempre la propiedad de tu vivienda.
- Acceder a un asesoramiento gratuito y especializado a través de Óptima Mayores.
Disponer de liquidez para financiar estancias en residencias, centros de día o servicios de atención en el domicilio cuando sea necesario.
Una de las dudas más comunes es qué pasa con los herederos. En este caso, ellos mantienen el derecho a la propiedad de la vivienda. Al fallecimiento, pueden optar por:
- Cancelar la deuda con la entidad financiera y quedarse con la vivienda.
- Vender la vivienda, liquidar el préstamo y quedarse con la diferencia.
Esto asegura que la herencia no se pierde, sino que se adapta a la decisión que los herederos tomen en su momento.