El cáncer de laringe tiene una causa fundamentalmente ambiental, dado que sus principales factores de riesgo son el tabaco y el alcohol, un riesgo que se multiplica cuando coexisten ambos hábitos. No obstante hay también otros factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de este tipo de cáncer: una alimentación deficitaria, la infección por VPH, un sistema inmunológico débil y determinadas enfermedades hereditarias, como la anemia de Fanconi o la disqueratosis congénita.
También puede ser considerado como una enfermedad profesional, puesto que la exposición prolongada al serrín, a vapores de pintura, al asbesto y a determinados materiales que se utilizan en la industria del metal, petrolera, textil o de plásticos puede favorecer su aparición.
Los cánceres de laringe e hipofaringe son cuatro veces más frecuentes en los hombre que en la mujeres y en el 55% de los casos se produce después de los 65 años, ya que tiene un crecimiento lento.
Este tipo de cáncer se forma a menudo en la glotis, donde se encuentran las cuerdas vocales. Es esta la razón de que uno de sus síntomas más importante sea la ronquera o cambios en la voz, lo que permite frecuentemente su detección precoz. No obstante, cuando el cáncer se forma en otras zonas de la laringe, en ausencia de ronquera, los síntomas son de otro tipo:
- Dolor de garganta persistente.
- Tos.
- Dolor y dificultad al tragar.
- Dificultad para respirar.
- Adelgazamiento no justificado.
La cirugía es un tratamiento habitual en el cáncer de laringe e hipofaringe y se utilizan diferentes técnicas en función de las características del tumor: exfoliación de las cuerdas vocales, cirugía láser, la extracción de una o las dos cuerdas vocales o la extirpación parcial o total de la laringe. y en ocasiones, cuando el cáncer se ubica en la hipofaringe, la extracción de la faringe.
No obstante, si el tumor es muy pequeño, en ocasiones es posible evitar la cirugía y eliminar el cáncer mediante radioterapia, lo que permite en algunos casos mantener la calidad de la voz. También se utiliza la radioterapia después de la cirugía y en pacientes con cáncer avanzado, generalmente en combinación con quimioterapia.
