La reducción de pecho, que recibe el nombre técnico de mamoplastia de reducción, es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es lograr que las mamas sean más pequeñas y proporcionadas al resto del cuerpo, mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel. También se puede reducir el tamaño de la areola.
Por qué se realiza la reducción de pecho
- Dolor de cuello y espalda debido al excesivo peso de las mamas.
- Irritación de la piel a causa de la humedad y la fricción de las mamas con el tórax.
- Problemas respiratorios.
Cómo es la operación de mamoplastia
La intervención se realiza en quirófano, bajo anestesia general, dura entre dos y cuatro horas y suele requerir de dos a tres días de hospitalización.
De forma previa a la cirugía suele ser necesaria la realización de un estudio mamográfico que se complementará con una exploración de los pechos que efectuará el cirujano en la consulta con el fin de evaluar la forma el tamaño, y la tersura de la piel. De este modo, se determinarán qué técnicas quirúrgicas serán las más indicadas en cada caso y, ce acuerdo con la paciente, se definirá la forma que tendrán las mamas una vez realizada la cirugía de reducción de pecho.
Aunque existen diferentes técnicas para realizar la intervención, por lo general la mamoplastia se lleva a cabo practicando una incisión que se inicia en la parte baja de la areola y finaliza en el surco que define la unión inferior de la mama con el tórax, y una segunda horizontal en este pliegue de la piel.
Posteriormente se extrae el exceso de grasa y tejido mamario y se elimina la piel sobrante, antes de proceder a la sutura de la herida recolocando la areola y el pezón en su nueva ubicación. Lo más frecuente es que la areola mantenga la conexión de sus vasos sanguíneos y nervios, manteniendo la sensibilidad prácticamente en su totalidad.
No obstante, en algunos casos puede ser necesario eliminar estas conexiones para poder desplazarla a la nueva posición y se pierde la sensibilidad. Al finalizar la intervención se colocan unos tubos de drenaje y se vendan los pechos. El vendaje se retirará a los pocos días y se sustituirá por un sujetador espacial.
Postoperatorio de la reducción de pecho
Las molestias que causa la cirugía de reducción de pecho se controla fácilmente con antiinflamatorios, si bien pueden mantenerse durante aproximadamente 15 días. Asimismo, es frecuente tener una sensación inicial de ardor en los pezones y una posterior disminución, generalmente transitoria, de su sensibilidad. El edema causado por la intervención puede mantenerse durante varias semanas. Es normal que en algún momento salga un poco de líquido a través de las incisiones. Con la primera regla, las mamas se pueden hinchar y doler.
Con el fin de facilitar el proceso de cicatrización, durante un tiempo habrá que evitar la práctica deportiva y otras actividades físicas intensas que puedan, entre ellas la actividad sexual. Hay que tener en cuenta que la forma definitiva de los pechos no se establecerá hasta unos meses después de la intervención. las cicatrices serán siempre visibles.
La cirugía de reducción de pecho, aunque siempre pueden producirse complicaciones, es una técnica segura, pero debe ser practicada por un cirujano plástico experimentado.
