La falta de deseo sexual es más frecuente en la mujer que en el hombre, esencialmente a raíz de los cambios hormonales que le son propios, si bien sólo cabe hablar de este tipo de disfunción sexual cuando la pérdida de la libido se prolonga más de seis meses. Sin embargo, esto también ocurre en el varón, en el que el 70% de los casos de pérdida de la libido tiene su origen en un déficit de testosterona.
En el 30% restante hay que buscar la causa en problemas de otra índole, generalmente relacionados con su relación de pareja y el estrés:
- Estrés. Aunque la práctica del sexo libera endorfinas y esto ayuda a liberar el estrés, lo cierto es que no es infrecuente que muchos hombres lleguen a casa cansados del trabajo y ni siquiera se planteen la posibilidad de mantener relaciones sexuales: sólo desean relajarse y descansar. Los adictos al trabajo, por el contrario, además de llegar tarde a casa, muchas veces siguen trabajando para acabar asuntos del día que han quedado pendientes. En cualquier caso, lo cierto es que el estrés relacionado con el trabajo hace que disminuya significativamente la frecuencia de las relaciones sexuales y se pierda el deseo.
- Relaciones rutinarias. La rutina en las relaciones sexuales es otro de los motivos que lleva al hombre a perder el deseo sexual. No hay sorpresas, no se prueban cosas nuevas, no se incentiva la innovación como medio de excitación y se mantienen los tabúes y las limitaciones. Al final, la rutina trae la frustración y con ella la pérdida del deseo sexual, al menos en cuanto a la pareja se refiere.
- Problemas de pareja. Es esencialmente un problema de falta de comunicación, que acaba ocasionando el distanciamiento, las discusiones y los conflictos y, con ello, el dejar al margen las relaciones sexuales, sin que la reconciliación, generalmente un medio de incitar el deseo sexual, sea una opción.
Déficit de testosterona
Como ya se ha dicho, el descenso de los niveles de testosterona en el organismo es la causa más importante de la pérdida del deseo sexual en el hombre, pues es la responsable de regular la función sexual y por tanto generar el deseo y la excitación. Aunque es un hecho natural que a partir de los 30 años los niveles de testosterona del organismo se reduzcan progresivamente, no es menos cierto que existen diferentes causas patológicas que pueden aumentar de forma anómala el déficit de esta hormona:
- Hipogonadismo.
- Obesidad.
- Diabetes.
- Cáncer.
- Depresión.
- Deficiencia de zinc.
- Hipertensión arterial.
- Tabaquismo.
- Abuso del alcohol.
- Consumo de algunos medicamentos.
Aproximadamente un 20% de los varones mayores de 70 años tienen este problema, pero también al menos un 5% de los que están por debajo de esta edad. Las consecuencias no sólo afectan a la pérdida del deseo sexual, sino que además puede generar problemas de disfunción eréctil. En la gran mayoría de los casos, el tratamiento de estas enfermedades o el abandono del tabaco y el alcohol, es suficiente para recuperar el deseo sexual.