La calidad del semen depende fundamentalmente de tres factores: el número de espermatozoides por cm3, su movilidad y su morfología. Además de todo ello, es también importante que su ADN no esté fragmentado, lo que puede ocurrir por diferentes razones, como la exposición a sustancias tóxicas como el tabaco, el estrés o la alimentación.
En los últimos tiempos se han realizado diferentes estudios para determinar la manera en la que la dieta condiciona la calidad seminal y, por tanto, la fertilidad masculina. Se ha demostrado, por ejemplo, que las dietas ricas en grasas saturadas reducen en un 41% la concentración de espermatozoides en el semen. Por el contrarió, una dieta rica en ácidos esenciales omega-3 incide en una mejor morfología de los mismos.
Pero otros evidencian el papel de los antioxidantes y de diferentes vitaminas, tanto en lo que se refiere a la conservación de la integridad del ADN de los espermatozoides como a su movilidad, morfología y concentración. De hecho, estos nutrientes participan en la producción de enzimas que participan en la síntesis del ADN, la maduración de los espermatozoides y el desarrollo de los testículos.
En términos generales, el proceso oxidativo que acompaña al envejecimiento tiene un efecto de degradación en la integridad del ADN, por lo que es lógico que el consumo habitual de antioxidantes lo preserve evitando su fragmentación. En este sentido los estudios más importantes destacan fundamentalmente el papel de tres antioxidantes en la mejora tanto la movilidad como la morfología de los espermatozoides:
- Betacaroteno (presente en las zanahorias, las espinacas y la lechuga).
- Luteína (que se encuentra en alimentos como las espinacas y las lechugas).
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Licopeno (característico del tomate y todos sus derivados.
Otro aspecto interesante constatado en algún estudio es que el consumo de alta dosis de vitamina C reduce el volumen seminal, pero aumenta la concentración de espermatozoides y mejora su movilidad. Sin embargo, parece que las vitaminas A y E no modifican la calidad espermática, aun cuando en algunas publicaciones se sugiere que sí.
Pero hay otros nutrientes que también afectan a la calidad de los espermatozoides:
- Ácido fólico: una dieta pobre en este nutriente favorece la fragmentación del ADN.
- Zinc y Selenio: el primero también reduce las posibles alteraciones del ADN y el segundo mantiene la concentración espermática y su normalidad.
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L-Carnitina y Coenzima Q10: son también antioxidantes y están presentes en frutas y verduras.
Advertencias
Hay un factor importante a tener en cuenta a la hora de valorar toda esta información. Los estudios que aportan estos datos se han realizado analizando la dieta de los individuos que han participado en los mismos, pero ninguno de ellos determina cuáles son los efectos sobre la calidad espermática a medio y largo plazo cuando se modifica la dieta habitual para incorporar estos nutrientes en las cantidades recomendadas. No obstante, cada son mayores los estudios que indican que una dieta rica en frutas y verduras mejoran claramente la calidad del semen.
Asimismo, alguno de estos estudios sugiere que la aportación de los mismos a la calidad de los espermatozoides se deriva de la dieta y no de los suplementos vitamínicos, aunque éste es un tema todavía en discusión.
Por último, hay que señalar que lo que sí está claramente demostrado es que el tabaquismo, el consumo habitual de alcohol y cafeína afectan negativamente a fertilidad masculina, hasta el punto de una dieta rica en antioxidantes puede no ser suficiente para contrarrestar tal efecto.