Una planificación de las actividades facilitará al paciente saber lo que tiene que hacer y le permitirá mantener su autonomía el mayor tiempo posible
Diseñar una rutina para una persona con alzhéimer es como proporcionar un mapa a alguien que se ha perdido. Con esa información, el paciente en una fase leve será capaz de mantener su autonomía durante el mayor tiempo posible. No solo eso, su nivel de estrés y de ansiedad se reducirá. En este artículo te explicamos cómo puedes ayudar a tu ser querido a tomar otra vez las riendas de su vida.
Cuando una persona tiene alzhéimer, las rutinas diarias, esas actividades que realizamos sin prestarles la menor atención, se convierten en desafíos difíciles de llevar a cabo. Diseñar un horario, tomarse la medicación o cocinar exigen al paciente tener unas capacidades cognitivas en plena forma, pero su cerebro ya no lo permite.
En esta etapa, las personas tienden a ocultar las dificultades a las que se enfrentan por vergüenza o por una negación de la enfermedad. Pero negar el alzhéimer no va a hacer que desaparezca. Sin embargo, aceptar la nueva realidad y diseñar una estrategia para convivir con ella logrará restablecer el equilibrio en su vida y le permitirá mantener un mayor grado de independencia durante más tiempo.
Además, ser capaz de realizar tareas por nosotros mismos da sentido a nuestra vida. Nunca debemos olvidar que el cambio de actitud que experimenta la persona se debe a la enfermedad. Es lo que le impide comportarse como lo hacía antes.
Qué estrategia se debe seguir a la hora de diseñar una rutina para una persona con alzhéimer
El proceso se puede dividir en tres pasos:
- Identificar primero todas las tareas que constituyen un problema para la persona con alzhéimer. Por ejemplo, si ha notado que se le olvida tomar la medicación, pero recuerda hacerse la comida, hay comenzar con la administración del tratamiento. También puede ocurrir que la persona presente trastornos de conducta debido al alzhéimer. En ese caso, hay que identificar qué factores lo desencadenan y adaptar la tarea.
- Determinar si la tarea es necesaria. Por ejemplo, pagar las facturas es una acción que no se puede dejar de llevar a cabo. Si la persona ha perdido la capacidad de hacerlo por sí misma, hay que pensar en alguien de confianza que le puede ayudar. Si es así, hay que pedirle ayuda.
- Elaborar estrategias. Encontrar la solución que funcione mejor. Si la persona todavía puede cocinar recetas sencillas, organizar un menú que le permita seguir haciéndolo. Si esto ya no fuera posible, optar por contratar un servicio de comidas a domicilio.
Consejos para diseñar una rutina para la persona con alzhéimer
- Hay que concentrarse en lo que todavía puede hacer. Si algunas tareas resultan ya demasiado difíciles, incluso con recordatorios, es necesario pedir ayuda a amigos y familiares. O pensar en contratar a un cuidador.
- Establecer una rutina. Diseñar un plan diario con las tareas que pueda llevar a cabo.
- Realizar solo una tarea a la vez. Si resulta demasiado difícil en ese momento, hay que intentarlo más tarde, y si no puede, es preciso buscar ayuda. Se debe dedicar tiempo solo a lo que pueda controlar.
- Si la tarea resulta difícil, hay que pensar si hay un modo más sencillo de llevarla a cabo.
- Anotar los factores que causan estrés. Es preciso analizar qué situaciones le generan ansiedad, preocupación, estrés, trastornos de comportamiento, y escribirlas. Saber qué le altera permite hacer planes para evitar este tipo de situaciones o para saber manejarlas mejor.
Por ejemplo, si hemos observado que la persona toma demasiado café porque no recuerda que acaba de beberse uno, y sabemos que la cafetera está en la cocina, una opción recomendable sería esconder esa cafetera.
- Identificar todo aquello que le da fuerza y seguridad: la familia; los amigos; si es creyente, la religión; la fuerza interior o las mascotas. Recurrir a ello cuando sea necesario.
Saber aceptar la ayuda de los otros para poder vivir con alzhéimer
Las personas con alzhéimer, que se encuentran en la fase leve, tienen miedo de perder su independencia. Pero contar con alguien que les sirva de apoyo es precisamente la manera de mantener el mayor control posible sobre su vida.
Cómo diseñar una rutina que respete los gustos de la persona con alzhéimer
La persona con alzhéimer necesita estar activa y realizar actividades que le gusten. Sin embargo, la demencia afecta a la capacidad que tiene para organizar, iniciar y completar una actividad.
Con una planificación será más fácil saber qué tiene que hacer. Las rutinas le ayudarán a reducir el estrés y la ansiedad. Pero para que esta planificación funcione, es necesario incluir actividades que le interesen.
Además de diseñar el plan, hay que comprobar su utilidad. La rutina, también, debe ser flexible para adaptarse a su realidad. Elementos que hay que tener en cuenta antes de elaborar el plan:
- Hay que saber lo que le gusta, lo que no le gusta, qué se le da bien y qué le interesa. Si las actividades que le han propuesto le han entretenido, le han generado ansiedad y si han sido suficientemente variadas.
- Antes de sufrir alzhéimer, cómo solía organizar el día.
- En qué horas del día se encuentra más activo y cuándo se siente más relajado. Cuando esté más tranquilo es el mejor momento, por ejemplo, para que se bañe o se asee.
- Respetar su privacidad cerrando puertas y persianas.
- Hay que reservar tiempo suficiente para que la persona se asee, se vista y coma. No hay que llenar cada momento del día con una actividad. El plan necesita que haya un equilibrio entre actividad y descanso.
- Fomentar la autonomía siempre que sea posible.
- Si le cuesta ponerse en marcha, hay que ayudarle a comenzar.
- Dividir las tareas complejas en acciones sencillas que se desarrollen paso a paso.
- Reconocer su trabajo cuando haga algo bien.
- Nuestro ser querido debe seguir horarios regulares para despertarse y para acostarse. Especialmente, si tiene problemas para dormir.
- Si observamos que la persona desarrolla un trastorno conductual, debemos analizar qué factores lo han podido desencadenar para adaptar la rutina y evitar que se produzca la alteración.
Qué información hay que recoger para que las rutinas se adapten a sus gustos
Durante la etapa leve del alzhéimer, es preciso observar detenidamente a la persona y ver cómo se baña, cómo se asea, de qué forma se viste, cómo se alimenta y qué tipo de comida le gusta.
A qué hora del día lleva a cabo estas actividades, cuáles son sus colores favoritos o qué tipo de prendas le agradan más. También puede ser muy útil averiguar el tipo de música que le gusta y, en concreto, qué canciones son sus favoritas y por qué. Qué películas, series o programas de televisión suele ver.
En su tiempo libre, qué le apetece hacer. Es conveniente anotar toda esta información para poder recordarla cuando la enfermedad avance. Cuanto más pueda involucrar a su ser querido en estas actividades, más seguro y cómodo se sentirá.
La clave para diseñar una buena rutina es incluir actividades que le interesen, en las que se sienta cómodo y que no excedan su capacidad. De esta manera, conservará su autonomía durante más tiempo.
Al hacerlo, él se sentirá en un ambiente predecible y cómodo, el mejor modo de aliviar su ansiedad y de reducir posibles alteraciones de conducta.
Tipos de actividades que podría incluir una rutina para una persona con alzhéimer
- Tareas del hogar: lavar platos, poner la mesa, servir la comida, barrer, quitar el polvo, clasificar las cartas, doblar la ropa, ordenarla.
- Cocinar: poner desde el principio todos los ingredientes que se van a necesitar y seguir la receta. Optar por platos sencillos.
- Ejercicio: salir a caminar, hacer los ejercicios siguiendo un vídeo, utilizar la bicicleta estática, levantar pesas, usar bandas elásticas, lanzar la pelota o un globo.
- Música y baile: ponerle música, preguntarle por las canciones que le gustan y por detalles de su vida cuando escuchaba esas melodías.
- Mascotas. Ocuparse de alimentarla y de estar con ella.
- Jardinería: Cuidar de las plantas.
- Niños: leer con ellos, jugar, hablarles de su infancia.
Ejemplo de una rutina diaria
Mañana:
- Aseo: lavarse o ducharse o bañarse, cepillarse los dientes
- Prepararse el desayuno
- Conversar mientras se desayuna
- Hablar sobre las noticias del periódico
- Tomarse un descanso
- Hacer alguna actividad con el cuidador
- Salir a caminar.
Tarde:
- Preparar la comida, recoger la casa, leer el correo
- Escuchar música, hacer crucigramas, ver la televisión
- Ocuparse del jardín, salir a pasear, visitar a un amigo
- Descansar y echarse una siesta
Noche:
- Preparar la cena, recoger la casa
- Charlar
- Jugar a las cartas, ver una película
- Bañarse y prepararse para dormir
- Leer un libro.
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Referencias:
-Daily Care Plan. Alzheimer’s Association
-Tips for Daily Life. Alzheimer’s Association
-Managing everyday tasks as a person with dementia. Alzheimer’s Society
-Adapting Activities for People With Alzheimer's Disease. National Institute on Aging
-The Importance of Routine and Familiarity to Persons with Dementia. Alzheimer’s Project
-Alzheimer's Disease: Assisting Your Loved One with Activities of Daily Living. Cleveland Clinic.