Los abscesos gingivales constituyen un proceso inflamatorio con acumulación de pus que se produce en el tejido periodontal y están generalmente relacionados con procesos infecciosos. Los síntomas más frecuentes son dolor y sensación de tumefacción. De hecho, el 15% de los casos de dolor dental está causado por un absceso ginvival.
abscesos gingivales
- Relacionados con una periodontitis: la periodontitis es una infección que profundiza más allá de la línea de las encías y que ocasiona la inflamación alrededor del diente, la retirada de las encías y la formación de las llamadas bolsas periodontales. Además, acaba por dañar el hueso y los tejidos que sostienen el diente causando su movilidad e incluso la pérdida del mismo si la infección no se trata adecuadamente. Los abscesos gingivales se forman generalmente en las bolsas periodontales.
- No relacionados con la periodontitis: la infección aguda se origina en este caso por la presencia de un cuerpo extraño o irregularidades de la raíz que facilitan la colonización bacteriana y, por tanto, la formación de abscesos gingivales.
Drenaje de los abscesos gingivales
Los abscesos gingivales deben ser siempre considerados como una urgencia odontológica y tratarse de manera inmediata, no sólo con el fin de aliviar el dolor y bajar la inflamación, sino también para evitar que la infección se agrave y ocasiones la pérdida irreversible de la inserción del diente.
El tratamiento debe contemplar tanto el uso de antibióticos como su drenaje, que se lleva a cabo mediante la práctica de una incisión a través del surco gingival o practicando un orificio en la bolsa periodontal. La localización del absceso y la forma de la destrucción ósea así como el grado de actividad afectan al pronóstico del absceso periodontal.
Aunque los abscesos gingivales normalmente conllevan una considerable pérdida ósea durante su fase más aguda, el potencial reparativo de la misma es excelente una vez concluido el tratamiento.