El disyuntor o expansor palatino es un aparato fijo que se utiliza en ortodoncia pediátrica para corregir un trastorno que se da con relativa frecuencia en los niños, como es lo que se conoce como paladar estrecho o paladar ojival, que se caracteriza por ser más estrecho de lo normal y además tener una forma abovedada. La causa de este problema puede ser el hábito de chuparse el dedo o el uso demasiado prolongado del chupete, así como el hecho de que el niño respire habitualmente por la boca.
Este aparato se fija en los molares superiores posteriores y lleva en su parte central, pegada al paladar, una pieza metálica de dos componentes simétricos que ejercen una fuerza lateral y opuesta, y que permite al ortodoncista pediátrico aumentar la misma de forma gradual para lograr la expansión de la abertura del paladar y al mismo tiempo que adquiera su curvatura normal. Hay que tener en cuenta que, al tratarse de niños, estos están en fase de crecimiento, lo que permite moldear la estructura ósea de la boca y concretamente del paladar.
El disyuntor o expansor palatino debe llevarse durante un periodo de entre siete meses y un año para lograr la normal configuración del paladar. No causa molestias, aunque durante las primeras semanas es normal que haya alguna dificultad para hablar y realizar la masticación y deglución de los alimentos con normalidad.

El tratamiento del paladar estrecho u ojival es muy importante, ya que puede causar serios problemas oclusivos, como mordida cruzada lateral o el apiñamiento de dientes, e incluso dificultar aún más la respiración nasal.