La fluorosis es una anomalía en la formación del esmalte, causada por una excesiva exposición al flúor en la etapa de formación de los dientes. A pesar de que se manifiesta con unas características manchas y pequeños puntos en los dientes, la fluorosis no es un problema de higiene bucal.
En concentraciones normales, el flúor es muy bueno para la salud bucodental: aumenta la mineralización del esmalte y protege contra la caries. Pero demasiada cantidad de este elemento químico aumenta la porosidad del esmalte y hace que los dientes se vuelven más frágiles, ocasionando una anomalía que los dentistas conocen como fluorosis.
Síntomas de la fluorosis
La fluorosis puede reconocerse por los cambios de color que aparecen en los dientes del paciente. En ocasiones se originan áreas blancas y opacas en la superficie del esmalte dental dental, que a veces también aparecen acompañados de pequeñas grietas y estrías en la superficie de sus dientes.
En los casos más avanzados de fluorosis, también aparecen estrías y unas características manchas marrones o pequeños hoyos en la superficie de los dientes, que les dan una apariencia corroída.
Los pacientes con estas formas más severas de sobreexposición al flúor también padecen más riesgo de otros problemas de salud, como obesidad, depresión y problemas en la glándula tiroides.
Causas de la fluorosis
Generalmente, la fluorosis aparece por el consumo continuado de agua con un exceso de sales de flúor o fluoruros, especialmente en la infancia. Se calcula que en concentraciones a partir de 1,5 ppm existe riesgo de que se acabe padeciendo fluorosis.
La fluorosis suele aparecer el periodo de formación de la dentición definitiva, entre los nueve meses y los tres años de edad. Por este motivo, muchos odontopediatras recomiendan no usar pastas de dientes con flúor, y sí los dentífricos especiales para niños, que no llevan esa sustancia.
Tratamiento de la fluorosis
Los blanqueamientos dentales profesionales son la primera opción para tratar casos de fluorosis, aunque no siempre la más adecuada, porque los dientes siguen manchándose y es necesario repetir periódicamente el tratamiento.
Para solucionar de forma permanente las manchas marrones en los dientes típicos de este problema, muchos odontólogos recomiendan las carillas dentales o las coronas de porcelana o de zirconio, que devuelvan al frente estético de la sonrisa del paciente un aspecto higiénico y saludable.