El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) puede ser controlado eficazmente en el 75% de los casos con un tratamiento adecuado que generalmente contempla el uso de psicofármacos y de psicoterapia, si bien en casos muy graves puede ser necesario recurrir a otras técnicas, como es la neurocirugía, también denominada psicocirugía.
Fármacos para tratar el TOC
La constatación de que en los pacientes con TOC está alterada la secreción de serotonina abrió una importante vía para el tratamiento farmacológico. En la actualidad los medicamentos de elección son los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), entre los que se encuentran la fluoxetina, la fluvoxamina, la paroxetina y la sertralina.
ecientemente también se han icorporado al arsenal terapéutico los denominados inhibidores de la recaptación de la serotonina y la noradrenalina (IRSN), entre los que figuran la venlafaxina y la mirtazapina. Estos últimos se utilizan cuando fracasa el tratamiento con los anteriores o en los casos en que el TOC se asocia a una depresión.
El 80% de los pacientes con TOC muestran algún tipo de respuesta al tratamiento farmacológico, si bien sólo en la mitad de ellos se obtiene una clara remisión de los síntomas y la disminución en frecuencia e intensidad tanto de los pensamientos obsesivos como de las compulsiones. No obstante, hay que advertir que aunque estos fármacos son generalmente bien toleradas, deben administrarse a dosis elevadas y de forma prolongada; y que la mejoría puede tardar algunas semanas en llegar a producirse.
Psicoterapia para tratar el TOC
Las técnicas de terapia conductista se han mostrado especialmente efectivas en personas con TOC que manifiestan la enfermedad con compulsiones, es decir, con conductas equiparables a rituales. Con este tipo de terapia se ayuda al paciente a enfrentarse a la idea, situación u objeto que teme, así como a evitar la respuesta, el comportamiento o el ritual que adopta para defenderse de ese temor.
Si el problema más importante lo constituyen los pensamientos obsesivos, la terapia cognitiva puede ser la opción más adecuada, ya que se basa en que esos pensamientos no son el problema, pues todas las personas pueden tenerlos en algún momento, sino que es la percepción del paciente de que esos pensamientos encierran un peligro y se hacen responsables de lo que pueda suceder y trata de hacer algo para sentirse seguro y evitar que ello ocurra.
Respuesta al tratamiento para el TOC
Hay una serie de factores o características de cada paciente que pueden favorecer una mejor o peor respuesta al tratamiento. Sin embargo, el fracaso del mismo suele producirse en enfermos que no cumplen las indicaciones del terapeuta, en aquellos que tienen una depresión o un cuadro grave de ansiedad asociados, así como cuando se consume alcohol o drogas, se tiene un bajo cociente intelectual o presentan alteraciones de la personalidad o dificultades para las relaciones con otras personas.