La definición de los que entiende como riesgos piscosociales es muy amplia, aunque se puede simplificar en cierta medida con la que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS): contextos laborales que dañan la salud física, social o mental del trabajador.
Desde esta perspectiva, en los tiempos actuales la exposición a los riesgos psicosociales en el ámbito, laboral, empresarial y organizativo es cada vez más amplia, pues se han identificado de forma sucesiva nuevos escenarios: estrés, violencia, acoso laboral, acoso sexual, conciliación del trabajo con la vida familiar, el síndrome del trabajador quemado, los accidentes laborales, etc. Por supuesto que en cada persona los efectos de este tipo de situaciones pueden ser muy diferentes, pero en cualquier caso existe una alta probabilidad de que todos ellos tengan un impacto directo sobre la salud física y psicológica y puedan causar daños importantes.
No obstante, los expertos recomiendan establecer las diferencias entre denominaciones diferentes que suelen intercambiarse con facilidad:
- Factores psicosociales. Son aquellos que causan respuesta de inadaptación y tensión, generalmente inductores de estrés (estrés no patológico).
- Factores psicosociales de riesgo. Se trata de aquellos que tienen una alta probabilidad de causar un impacto negativo en la salud.
- Riesgos psicosociales. Aquéllos que con toda seguridad tendrán consecuencias negativas para la salud, tanto física como psicológica.
Todos ellos están claramente reconocidos en la actualidad y en los últimos años se ha desarrollado un marco legal en el ámbito del derecho penal y laboral. Sin embargo, continúan existiendo lagunas en cuanto a la protección legal de los trabajadores.
Consecuencias
Las consecuencias de los riesgos psicosociales no afectan sólo al trabajador que los sufre, sino también a la propia empresa, pues tienen un impacto directo en la productividad, la eficacia y la eficiencia del trabajador y, por tanto, también en los resultados de la empresa, incluso desde una perspectiva económica.
En primer término los riesgos psicosociales tienen un impacto directo en términos de absentismo laboral, bajas laborales prolongadas e intenciones de abandonar el trabajo o cambiar de empresa. También, cada vez más, de llevar el problema a instancias judiciales, tanto contra la propia empresa como contra sus dirigentes, como sucede en casos de acoso laboral, violencia y acoso sexual.
No obstante, antes de llegar a estos extremos surgen otros problemas de difícil evaluación y para los que se ofrecen actualmente pocas opciones de solución: el estrés, el síndrome del trabajador quemado, la dificultad para conciliar la vida familiar con el trabajo, el incremento del riesgo de sufrir accidentes de cualquier tipo ocasionando incluso daños a terceros, etc.
En definitiva, el problema de los riesgo psicosociales está apenas empezando a tener un peso específico en el mundo laboral, aunque comienza a plasmarse en disposiciones, legales, iniciativas empresariales y proyectos legislativos. Pero aún queda camino por recorrer.