Ejercicio y salud física: fortalece el cuerpo desde los primeros años
- Estimula el crecimiento óseo y la fuerza muscular, favoreciendo el desarrollo estructural del cuerpo.
- Mejora la salud cardiovascular y la capacidad pulmonar, fortaleciendo el corazón y aumentando la resistencia física.
- Ayuda a mantener un peso saludable, como explicamos en esta guía sobre el tratamiento de la obesidad infantil.
- Reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la hipertensión o las dislipidemias.
- Refuerza el sistema inmunológico, disminuyendo la frecuencia de resfriados e infecciones comunes.
- Favorece un sueño de calidad, indispensable para la recuperación física y el rendimiento escolar.
- Contribuye a una postura corporal correcta, previniendo desviaciones como escoliosis y contracturas.
Ejercicio y cerebro: impacto positivo en el desarrollo cognitivo
- Mejora la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento, gracias al aumento del flujo sanguíneo cerebral.
- Refuerza funciones ejecutivas como la planificación, el control de impulsos y la toma de decisiones.
- Estimula la plasticidad cerebral, fomentando la creación de nuevas conexiones neuronales.
- Reduce la fatiga mental y mejora el estado de ánimo.
- Favorece la creatividad y la resolución de problemas, especialmente en juegos no estructurados.
Bienestar emocional y social: niños más seguros y resilientes
- Aumenta la autoestima y la confianza a través de logros personales.
- Disminuye los niveles de ansiedad y estrés, como explicamos en esta guía sobre estrés infantil y adolescente.
- Favorece la integración social, al fomentar la cooperación y la empatía.
- Potencia la autonomía, el sentido de la responsabilidad y la tolerancia a la frustración.
Cómo integrar el ejercicio en la vida diaria: consejos prácticos para familias
- Promueve juegos al aire libre, como correr o saltar a la cuerda.
- Incorpora actividad física a la rutina familiar.
- Adapta la actividad a sus intereses y edad.
- Limita el tiempo frente a pantallas, ofreciendo alternativas activas.
- Participa con ellos, convirtiéndote en un modelo de hábitos saludables.
- Utiliza el entorno cercano: parques o espacios abiertos.
Recomendaciones oficiales sobre actividad física infantil
Organismos como el CDC y la OMS recomiendan al menos 60 minutos diarios de ejercicio moderado o vigoroso para niños y adolescentes.
- Actividades aeróbicas como caminar o montar en bicicleta.
- Juegos que refuercen músculos y huesos.
- Movimiento libre, especialmente en los más pequeños.
A largo plazo: construyendo una infancia activa, una vida más saludable
Un estilo de vida activo desde la infancia consolida hábitos de autocuidado y bienestar emocional, favoreciendo una salud más sólida en la edad adulta.