La realización de una cirugía plástica de nariz o rinoplastia conlleva un proceso en el que la comunicación entre el cirujano y el paciente debe ser muy fluida con el fin de definir con claridad el tipo de nariz que éste desea o que más le puede favorecer a su imagen y aclarar todas las dudas que puedan suscitarse.
El desarrollo del proceso sería el siguiente:
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Primera visita: el paciente expone las razones que le mueven a someterse a una rinoplastia y cuáles serían sus objetivos estéticos. El médico realiza una serie de fotografías que luego se analizan y se comparan con diferentes modelos hasta determinar cuál es el más apropiado para cumplir con los planteamientos del paciente, tras la realización de un estudio funcional y estético de la nariz. Una vez hecha la elección se planifica la cirugía teniendo en cuenta todas las modificaciones estructurales que deberán hacerse para definir la forma de nariz seleccionada.
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Segunda visita: tras la realización del preceptivo preoperatorio y la consulta con el anestesista, se tiene un nuevo encuentro con el cirujano en el que se revisan todos los detalles de la intervención que se va a realizar, con el fin de solventar cualquier duda que pueda tener el paciente y fijar la fecha de la intervención.
- Intervención quirúrgica: suele durar hasta dos horas y se realiza bajo anestesia general. Al finalizar, se coloca una escayola en la nariz y se taponan las fosas nasales. Luego se traslada al paciente a la habitación para que se recupere de la anestesia, permaneciendo en todo momento en reposo y aplicándole hielo sobre la férula. El paciente recibirá el alta en la mañana siguiente, aunque en ocasiones el ingreso en el hospital no va más allá de seis horas.
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Primera semana después de la intervención: el paciente mantiene la férula de escayola, pero se eliminan los taponamientos de las fosas nasales. Al banadonar el hospital podrá hacer vida normal, si bien deberá mantener reposo, no usar gafas, no manipular ni mojar la escayola y seguir un tratamiento con analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos, además de aplicaciones de hielo. Para dormir deberá elevar la cabecera de la cama. La inflamación alcanzará el punto más elevado en el segundo día después de la intervención e inmediatamente empezará a remitir, al igual que las molestias.
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Primera consulta de seguimiento: se realizará a los siete días de la intervención, en la misma se procede a la retirada de la férula y se quitan los puntos de sutura. Todavía se mantiene parte de la inflamación pero ya se puede apreciar con claridad el cambio estético de la nariz.
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Segunda consulta de revisión: se producirá al cumplirse un mes desde la intervención de cirugía plástica de nariz. La forma de la nariz está mucho más definida, aunque todavía puede persistir algo de inflamación. A partir de este momento se puede comenzar a mantener algún tipo de actividad física y utilizar de nuevo las gafas.
- Revisiones posteriores: se realizan a los 3, 6, 12 y 18 meses. Con la inflamación ya remitida totalmente, a partir de la primera se aprecia con claridad una mejoría funcional de la respiración y se puede apreciar la forma definitiva de la nariz. En la última de estas revisiones se realiza una última sesión fotográfica para poder apreciar el antes y el después de la cirugía plástica de nariz. No se realiza antes porque los tejidos (especialmente la piel) continúan adaptándose a la nueva morfología. En este momento el paciente recibe el alta definitiva
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