Hay diferentes tipos de análisis de orina que se realizan con distintos fines, aunque los más habituales con fines diagnósticos son el que analiza el sedimento de la muestra de orina que se entrega al laboratorio en un botecito y el análisis de orina de 24 horas, en el que se recoge la micción de todo un día.
Son muchos los problemas de salud que se pueden detectar a través de estas pruebas en combinación o no con la analítica de sangre, pero los resultados son siempre difíciles de interpretar para un profano, especialmente porque hay determinadas condiciones que pueden alterar ciertos parámetros (fiebre, ejercicio, haber comido, consumo de alcohol, etc.) sin que ello suponga la existencia de una enfermedad.
Sedimento de orina
Es el más habitual. En este análisis se centrifuga la muestra de orina recogida por el paciente en la primera micción del día y luego se analiza el sedimento resultante. Se utiliza tanto para estudiar eventuales problemas del sistema urinario, como para otras muchas patologías, en las que es importante conocer la cantidad de determinadas sustancias químicas (hormonas, minerales, tóxicos, etc.), células o microorganismos que se excretan con la orina o están presentes en ella.
Las sustancias que se rastrean pueden variar en función del criterio del médico o del estado de salud del paciente, pero los más frecuentes son los siguientes:
- Microorganismos (bacterias, hongos, virus). Si se han mantenido las condiciones de higiene y conservación en el momento de la recogida de la muestra, indican la existencia de una infección. La identificación se realiza mediante un cultivo de orina.
- Leucocitos. Normalmente no suelen encontrarse en la orina, y son indicativos de una infección urinaria.
- Glóbulos rojos. Indica la existencia de un sangrado en alguna parte de las vías urinarias como consecuencia de lesiones internas causadas por un cálculo renal, una infección o un cáncer.
- Glucosa. Cifras anormales implica la existencia de una diabetes.
- Albúmina. Cantidades superiores a las establecidas son indicativos de una enfermedad renal.
- Cristales (ácido úrico, fosfatos, etc.). Su presencia puede suponer la existencia de una hiperuricemia (gota, enfermedad renal, toxicidad por medicamentos, etc.) o de un cólico nefrítico (en este caso indican la composición delos cálculos y permite determinar el origen de los mismos).
- Cuerpos cetónicos. Es frecuente solicitarlos en personas que están siguiendo dietas de adelgazamiento rápido y es habitual en el control de la diabetes.
- Densidad. Permite conocer el estado de hidratación del organismo.
- pH. Algunos medicamentos y la dieta pueden producir alteraciones de este parámetro que marca la acidez de la orina.
Análisis de 24 horas
Se elimina la primera micción del día y se recoge el resto de la orina excretada durante todo el resto del día. Este tipo de análisis, además de ofrecer una información completa del funcionamiento de los riñones (medición de la creatinina, proteínas, etc.), aporta datos sobre el metabolismo de determinados minerales, como el calcio, sodio, potasio, fósforo, cloro, etc., cuya presencia en cantidades anómalas puede indicar la existencia de diferentes patologías. También se utiliza para determinar los niveles excretados de ciertas hormonas, lo que permite evaluar la actividad de las glándulas que las producen y la posible existencia de enfermedades condicionadas por un exceso o déficit de las mismas.