Los llamados temblores esenciales son más frecuentes en las personas mayores de 65 años y se traducen en movimientos involuntarios de una o varias partes del cuerpo como consecuencias de trastornos de los nervios que las inervan o por un mal funcionamiento de la zona del cerebro que controla los movimientos musculares.
temblores
- Origen hereditario (temblor esencial familiar).
- Alteraciones cerebrales o del sistema nervioso central (enfermedad de Parkinson, distonía y otras afecciones neurológicas).
- Fármacos.
Síntomas de los temblores
El temblor esencial consiste habitualmente en movimientos cortos y repetitivos que se producen más de cinco veces por segundo, lo que se traduce en un síntoma claramente perceptible:
- Problemas para sostener u objeto, si afecta a las manos.
- Cabeceo.
- Voz temblorosa o trémula, si afecta a la laringe.
- Parpadeo rápido, si afecta al ojo.
Tratamiento de los temblores
Si los temblores son leves y no alteran significativamente la actividad diaria del paciente, no es necesario ningún tipo de tratamiento. Simplemente hay que acostumbrarse a vivir con ellos. En el caso de que se agudicen con el estrés habrá que aprender técnicas de relajación para controlarlos.
En el caso de que estén causados o empeoren con la toma de algún medicamento, habrá que consultar con el médico para que éste decida sobre su suspensión, reducción de dosis o sustitución.
En todo caso, se dispone de medicamentos que pueden aliviar los temblores cuando éstos interfieren en el desarrollo normal de la actividad diaria: betabloqueantes, anticonvulsivos, tranquilizantes o antihipertensivos de la familia de los bloqueadores de los canales del calcio.
Asimismo, algunos especialistas postulan el uso de una solución inyectable para inducir la relajación de los músculos que producen el temblor, aunque este posible tratamiento todavía está en fase experimental.