¿Qué son la migraña y la jaqueca?
Los términos migraña y jaqueca suelen usarse como sinónimos, pero en realidad, la migraña es un tipo específico de dolor de cabeza que se caracteriza por su intensidad y síntomas asociados. La jaqueca es el término coloquial con el que muchas personas se refieren a la migraña, aunque existen otros tipos de cefaleas que pueden presentar características distintas.
La migraña es un trastorno neurológico que provoca episodios de dolor intenso, pulsátil, generalmente localizado en un lado de la cabeza, y que puede estar acompañado de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz o al sonido. Su duración varía entre 4 y 72 horas y puede afectar significativamente la calidad de vida.
Síntomas de la migraña
Además del dolor de cabeza característico, la migraña puede presentarse con otros síntomas que ayudan a diferenciarla de otros tipos de cefaleas:
- Dolor pulsátil: localizado generalmente en un solo lado de la cabeza.
- Náuseas y vómitos: en algunos casos, pueden ser intensos.
- Fotofobia: molestia ante la luz.
- Fonofobia: sensibilidad al sonido.
- Aura: en ciertos casos, se presentan alteraciones visuales previas al dolor, como destellos, visión borrosa o puntos ciegos.
Causas y factores desencadenantes
La causa exacta de la migraña aún no se conoce con certeza, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos y ambientales. Existen diversos desencadenantes que pueden provocar un episodio migrañoso:
- Estrés emocional: una de las causas más frecuentes de migraña.
- Cambios hormonales: especialmente en mujeres durante el ciclo menstrual.
- Falta o exceso de sueño: ambos extremos pueden afectar al sistema nervioso.
- Alimentos específicos: como el chocolate, el queso curado, el vino tinto o los embutidos.
- Estímulos sensoriales: luces muy brillantes o ruidos fuertes.
- Factores ambientales: cambios bruscos de clima o altitud.
Diferencias entre migraña y otros tipos de dolor de cabeza
No todos los dolores de cabeza son migraña. Existen distintos tipos de cefaleas, como la tensional o la cefalea en racimos, que tienen síntomas y causas distintas:
- Cefalea tensional: dolor leve o moderado, como una presión constante en ambos lados de la cabeza, sin náuseas ni vómitos.
- Cefalea en racimos: dolor muy intenso, de corta duración, generalmente alrededor de un ojo, y puede repetirse varias veces al día.
La migraña, en cambio, tiende a tener un patrón recurrente y síntomas más incapacitantes.
Diagnóstico de la migraña
El diagnóstico de la migraña se basa en la historia clínica del paciente y en la descripción de los síntomas. No existen pruebas específicas para confirmar una migraña, pero se pueden realizar estudios como resonancia magnética o tomografía computarizada para descartar otras causas del dolor.
Tratamiento y prevención
El tratamiento de la migraña incluye medidas farmacológicas y cambios en el estilo de vida. El objetivo es aliviar los síntomas durante una crisis y prevenir futuros episodios.
- Analgésicos y antiinflamatorios: como el ibuprofeno o el paracetamol, eficaces en casos leves o moderados.
- Triptanes: medicamentos específicos para la migraña que actúan sobre los receptores serotoninérgicos.
- Medicación preventiva: indicada cuando las crisis son frecuentes o muy incapacitantes (antidepresivos, betabloqueantes, antiepilépticos).
- Terapias complementarias: técnicas como la acupuntura, la fisioterapia o la meditación pueden ayudar a reducir la frecuencia de los episodios.
Consejos para convivir con la migraña
Además del tratamiento médico, existen hábitos saludables que pueden ayudar a controlar la migraña:
- Identificar y evitar desencadenantes: llevar un diario de migraña puede ser útil.
- Mantener horarios regulares de sueño y comidas: para evitar desajustes en el organismo.
- Practicar técnicas de relajación: como el yoga o la respiración consciente.
- Evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol: ambos pueden actuar como disparadores.
Impacto emocional y social de la migraña
La migraña no solo afecta a nivel físico, sino también emocional y social. Muchas personas que la padecen sufren incomprensión en el entorno laboral o familiar, especialmente cuando los episodios son frecuentes e incapacitantes. Esto puede generar:
- Estrés y ansiedad anticipatoria: por miedo a que aparezca una nueva crisis.
- Limitaciones en la vida social: debido a la necesidad de evitar ciertos ambientes o actividades.
- Problemas laborales: por absentismo o dificultad para concentrarse durante el trabajo.
Por este motivo, es importante tratar la migraña de forma integral, incluyendo apoyo psicológico si es necesario.
Preguntas frecuentes sobre la migraña
¿Es hereditaria la migraña?
Sí. Existe un componente genético importante. Las personas con antecedentes familiares tienen más probabilidad de desarrollarla.
¿Se puede curar la migraña?
Actualmente no tiene cura definitiva, pero puede controlarse eficazmente con tratamiento médico, prevención y cambios en el estilo de vida.
¿Puedo hacer ejercicio si tengo migraña?
Durante una crisis no es recomendable. Sin embargo, el ejercicio regular puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los episodios si se practica de forma moderada.
¿Qué alimentos debo evitar?
Depende de cada persona, pero algunos desencadenantes comunes son el chocolate, quesos curados, vino tinto, embutidos, alimentos con glutamato y bebidas con cafeína en exceso.
Cuándo acudir al médico
Es importante consultar con un especialista si los dolores de cabeza son muy frecuentes, si interfieren con las actividades cotidianas o si aparecen síntomas neurológicos como dificultad para hablar, pérdida de visión o debilidad muscular. Un diagnóstico adecuado es clave para iniciar el tratamiento más eficaz.