La acetona es un tipo de cetona, que es una sustancia que se libera cuando el cuerpo usa la grasa como energía en lugar de carbohidratos. De ahí que muchas dietas se basen en este concepto para restringir el consumo de carbohidratos, lo que reduce el aporte de glucosa al organismo y hace que el organismo recurra a quemar la grasa para obtener energía. En este proceso se libera lo que se denomina cuerpos cetónicos (cetonas), que luego se acumulan en la sangre, lo que se conoce como cetosis.
Son numerosas las dietas que se fundamentan en mantener al paciente en un estado de cetosis continuado durante meses, entre otras razones porque de este modo se reduce la sensación de apetito de forma significativa. Para ello, como es el caso de la dieta de Atkins, se centran en un elevado consumo de proteínas y muy pocos hidratos de carbono. Normalmente la cetosis aparece al tercer día de haber iniciado la dieta y se mantiene en tanto esta perdure.

acetona
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Mareos y dolores de cabeza, a partir del tercer día de haberse iniciado la dieta.
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Mal aliento: los cuerpos cetónicos se liberan a través del aliento, de ahí que ser recomiende tomar mucha agua.
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Orina con olor muy fuerte: la acetona también se elimina a través la orina, intensificando el olor de la misma.
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Nauseas, vómitos, dolor abdominal, dificultad respiratoria y decaimiento general.
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Perdida de calcio: el exceso de proteínas favorece la pérdida de calcio procedente de los huesos a través de los riñones, lo que favorece la osteoporosis.
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Arritmias: la cetosis prolongada puede alterar el sistema de conducción eléctrica cardiaco y ocasionar arritmias.
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Pérdida de músculo: es una de las consecuencias más evidentes de este tipo de dietas, ya que se pierde peso a costa de la masa muscular una vez que han disminuido las reservas de grasa.
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Confusión mental: el cerebro necesita glucosa para nutrirse y si no la tiene recurre a los cuerpos cetónicos, que pueden alterar su funcionamiento.
Aunque a corto plazo la cetosis puede no ser un problema importante, lo cierto es que si este estado se prolonga puede ser altamente perjudicial para diferentes órganos, por ejemplo causando una pancreatitis. Incluso, en el caso de una mujer embarazada la cetona puede llegar a dañar el feto.