Se considera que el peso normal del recién nacido está entre los 2700 gramos y los 3900 gramos aproximadamente. Las niñas suelen pesar unos 200 gramos menos.
La longitud media normal suele estar alrededor de los 50 cm.
Los bebés con bajo peso al nacer son aquellos que nacen con un peso menor a los 2.500 gramos. Son bebés más pequeños, muy delgados, su cabeza se ve más grande que el resto del cuerpo.
El bajo peso al nacer se asocia generalmente a una puntuación de Apgar baja y una mayor mortalidad neonatal. Por eso, mediante la prevención y el tratamiento del bajo peso al nacer es posible aumentar el número de bebés que sobreviven al primer año de vida.
Los recién nacidos de bajo peso se colocan en una incubadora (cuna antiséptica, con temperatura controlada) y alimentados por medio de sondas. Durante su estancia en la misma son monitorizados de manera continua por los equipos médicos especializados. Para contrarrestar la carencia sensorial de la incubadora, se recomienda a los empleados del hospital y a los padres brindar a los bebés un trato especial. El masaje suave parece propiciar su crecimiento, la organización del comportamiento, el aumento de peso, la actividad motora y el estado de alerta.
Factores de riesgo
Entre los factores que aumentan la posibilidad de que una mujer tenga un bebé con bajo peso al nacer se incluyen:
- Factores demográficos y socioeconómicos como origen afroamericano, edad inferior a 17 años o superior a 40, pobreza, soltería o analfabetismo.
- Factores médicos previos al embarazo, como no haber tenido hijos anteriormente o tener más de 4, ser de baja estatura o delgada, haber tenido ya algún bebé de bajo peso o aborto, haber nacido con bajo peso o que la madre sufra alteraciones genitourinarias o hipertensión crónica previamente al embarazo.
- Factores del comportamiento y entorno prenatal, por ejemplo, una insuficiente nutrición, inadecuada nutrición prenatal, fumar, consumo de alcohol u otras drogas, o exposición a grandes alturas, a sustancias tóxicas o al estrés.
- Condiciones médicas asociadas con el embarazo, como sangrado vaginal, infección, presión arterial baja o alta, anemia, escaso aumento de peso o haber tenido el último embarazo en los 6 meses previos. El intervalo más seguro entre embarazos es de 18 a 23 meses.
Complicaciones del bebé prematuro
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Inmadurez pulmonar.
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Disminución de los reflejos de succión: mala alimentación.
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Alteración del sistema termorregulador.
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Aumento de la susceptibilidad a infecciones.
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Fragilidad ósea y tono muscular débil.
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Déficit del desarrollo neurosensorial y cognitivo.
Con las técnicas actuales de neonatología (atención médica del recién nacido) es posible mejorar mucho las posibilidades de supervivencia de los recién nacidos de bajo peso, evitando o minimizando sustancialmente las complicaciones o secuelas de esta circunstancia.