El desgaste dental es un problema que afecta a la mitad de la población y que se caracteriza por la pérdida gradual del esmalte que recubre y protege los dientes y que, a medio y largo plazo, causa la fragilidad de las piezas dentales, favoreciendo su fractura, la sensibilidad al frío o al calor o al azúcar, la aparición de caries, etc.
Causas del desgaste dental
Las causas del desgaste dental son muy variadas, aunque en términos generales pueden reducirse a tres:
- Erosión: es un hecho común que hace que el desgaste pueda tener manifestaciones clínicas especialmente en las personas mayores. El roce ocasionado entre los dientes por los movimientos circulares de las mandíbulas y el bruxismo son dos factores importantes que intervienen en una erosión desmesurada de los dientes.
- Abrasión: se produce por la acción sobre el esmalte dental de los jugos gástricos (reflujo gástrico), algunos medicamentos y ciertos alimentos, especialmente los ácidos.
- Fricción: un cepillado de dientes muy agresivo, en particular con cepillos de cerdas duras, afecta negativamente al esmalte.

Consecuencias del desgaste dental
El desgaste del la pared exterior de los dientes es un proceso irreversible que compromete la salud dental:
- Altera el color y el brillo de los dientes.
- Genera la aparición de aristas o melladuras en el borde superior.
- Favorece la aparición de manchas.
- Deja al descubierto la dentina, lo que propicia la sensibilidad dental al azúcar, el frío o el calor, causando dolor.
- Favorece la aparición de infecciones orales y la afección de las encías.
- Hace que los dientes se debiliten, aumentando las posibilidades de que se rompan.
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Incrementa la probabilidad de que se pierdan piezas dentales o haya que recurrir a técnicas de reconstrucción dental (carillas, fundas, coronas, etc.) e incluso a la extracción de alguna pieza.
Pese a que el desgaste de las piezas dentales suele aparecer con el paso de los años, algunas prácticas sencillas ayudan a postergar y reducir los daños. Mantener una buena alimentación, acudir cada seis meses al dentista y mantener una higiene oral adecuada son algunos factores que auxilian a lucir una sonrisa saludable por más tiempo.
Prevención del desgaste dental
Aunque el desgaste dental es un hecho natural, la adopción de ciertos hábitos permite evitar que sea lo suficientemente grave para afectar a la integridad de las piezas dentales y a la salud oral en su conjunto. Entre las medidas preventivas más destacadas figuran las siguientes:
- Visitar regularmente al odontólogo (al menos cada seis meses).
- Un correcto cepillado dental, utilizando dentífricos que contengan agentes que protejan el esmalte.
- Evitar bebidas y alimentos ácidos. En caso de hacerlo conviene esperar una hora antes de proceder a un cepillado dental.