Realizar actividad física durante la tercera edad es muy beneficioso para mantener y mejorar la calidad de vida, pero las altas temperaturas hacen que pueda llegar a ser peligroso. Cuando llega el verano, las personas mayores son las que tienen más riesgo de sufrir un golpe de calor ya que su organismo no responde adecuadamente a las altas temperaturas.
Aquí te presentamos una serie de actividades que los mayores pueden realizar durante los meses de verano para que puedan conservar la movilidad y evitar el deterioro físico producido por el sedentarismo.

Salir a caminar a primera o a última hora
Si una de las actividades que realizan es salir a andar cada día, se puede mantener este hábito aprovechando los momentos en los que el sol tiene menos fuerza. Salir temprano por la mañana o a última hora de la tarde reducirá el riesgo de que sufran un golpe de calor.
Elegir ejercicios que no supongan un gran esfuerzo
Actividades como estiramientos, caminar o realizar deportes como el pilates o el yoga a una intensidad ligera permitirán que nuestros familiares mantengan un buen estado físico sin suponer un sobreesfuerzo que fomente la sudoración en momentos de calor.
En lugares cerrados con la temperatura adecuada
Si prefieren realizar actividades en el interior de salas o gimnasios como pueden ser los bailes de salón o el uso de máquinas, es importante elegir lugares que cuenten con una buena climatización sin caer en temperaturas demasiado bajas que puedan fomentar resfriados.
Actividades acuáticas
El aquagym o la natación ligera son buenas opciones para realizar ejercicio al tiempo que se refrescan con el agua. La mejor opción es consultar con el monitor para que desarrolle rutinas adaptadas a la condición física de cada persona.
Y sobre todo hay que recordar que no hay que sobrepasar los límites que nos fija el cuerpo. Es importante parar la actividad si observamos que la persona mayor se encuentra fatigada y mantener una buena hidratación durante todo el día asegurando que beba al menos dos litros de agua. También es recomendable aumentar el consumo de frutas y verduras en su dieta que le permitan obtener un aporte extra de agua.
No dudéis en consultar a su médico para que os recomiende la rutina física que mejor se adapte a su situación.