Los dientes supernumerarios o hiperdoncia son dientes que rompen el esquema numérico de la dentición normal; es decir, que no tendrían que haber crecido, pero que están ahí, ocupando un lugar que no les corresponde y aumentando el número de piezas que forman la dentadura. La hiperdoncia se suele detectar casualmente (ya que habitualmente no produce síntomas) al realizar una radiografía rutinaria, y a veces como consecuencia de la exploración para averiguar la causa de porqué un diente permanente no ha llegado a erupcionar. De hecho, sólo un 25% de los dientes numerarios de las personas con hiperdoncia llegan a erupcionar con normalidad.
Causas de los dientes supernumerarios
El porqué de su formación es una cuestión para la que de momento no hay respuesta, aunque se maneja la hipótesis de se trata de un problema de índole hereditaria. Sí hay que señalar que en el 90% de los casos estos dientes supernumerarios se sitúan en el maxilar superior y de forma habitual en la zona central, entre los incisivos y los caninos; aunque también pueden ser molares y premolares. Su forma siempre se asemeja a la de los dientes normales junto a los que están.
Es importante resaltar que estos dientes, incluso si no llegan a erupcionar, pueden causar importantes problemas en el desarrollo normal de la dentición, originando maloclusiones importantes y una alteración estética de la sonrisa cuando se ubican en la parte delantera central del arco dental. En muchas ocasiones, por ejemplo, los dientes supernumerarios bloquean la salida de los dientes permanentes y estos no pueden erupcionar. Asimismo, pueden causar la formación de quistes en los folículos de esos dientes que no han podido desarrollarse.
Tratamiento de los dientes supernumerarios
Por lo general su extirpación es el tratamiento más eficaz para evitar tales problemas. Aunque no existe un consenso sobre el momento en que debe procederse a su extracción muchos profesionales estiman que debe hacerse cuando el niño tenga 10-12 años de edad.