A pesar de que es un acto completamente altruista, la donación de sangre es un acto que no todas las personas pueden realizar aunque deseen hacerlo. En primer lugar hay que cumplir con una serie de requisitos básicos:
- Estar sano.
- Tener entre 18 y 65 años de edad.
-
Pesar más de 50 kilos.
No obstante, hay otras condiciones que se debe cumplir:
- Tener una tensión arterial normal.
- No haber sufrido determinadas enfermedades infecciosas: hepatitis, VIH, paludismo, etc.
- No haber tenido cáncer.
- No estar tomando determinados medicamentos.
- No consumir drogas.
- Seguir hábitos de vida mínimamente saludables.
- No haberse realizado tatuajes o colocado un piercing en los cuatro meses previos.
- No haber sido sometido a intervenciones quirúrgicas o endoscopias en este mismo periodo de tiempo.
- Haber sufrido algún tipo de infección en las dos semanas anteriores.
- Estar tomado antibióticos u otros medicamentos.
- No haber recibido una transfusión de sangre.
-
No haber sido sometido a un trasplante.

Para garantizar que se cumplen estas condiciones, antes de proceder a la extracción el personal sanitario realiza una entrevista al posible donante, en la que se indagará sobre su historial médico para asegurarse que no padece ninguna enfermedad que contraindique la donación o la simple extracción de sangre. Todos los datos obtenidos en esta entrevista son confidenciales.
Aun así, todas las muestras de sangre obtenidas se someten a un análisis posterior con el fin de descartar que exista presencia de microorganismo causantes de enfermedades infecciosas que se puedan transmitir a través de la sangre. También hay que tener en cuenta que por Ley sólo se puede donar sangre un máximo de cuatro veces al año, habiendo tenido que transcurrir entre una y otra un mínimo de dos meses.
La donación consiste en la extracción de 450 cc de sangre, una cantidad que no perjudica al organismo y que éste repondrá en poco tiempo por sí mismo. El procedimiento es completamente seguro y se realiza con el donante tumbado en un sillón especial y tras colocar una vía con una cánula directamente conectada a la bolsa en la que se almacenará la sangre. La extracción dura aproximadamente 15 minutos y al finalizar se ofrecerá al donante un refrigerio con el fin de reponer líquidos y se le recomendará mantener en reposo durante unos minutos apretando con el dedo el lugar de la punción para evitar la aparición de hematomas.
Asimismo, se le indicará una serie de pautas a seguir durante las horas y días posteriores, como evitar coger peso con el brazo en el que se ha realizado la punción, beber abundante agua, no fumar, etc.