Los cólicos del lactante son un hecho común entre los recién nacidos, pues los sufren el 20-30% de ellos. Pueden empezar en torno a las dos semanas de vida y prolongarse durante algunos meses. Pero lo que sí es cierto es que ponen a prueba la paciencia de los padres y su capacidad de angustia a causa del llanto, fuerte e incontrolable, con el que manifiesta el dolor que siente y que es más intenso aún durante la noche. También se les puede ver arquear la espalda, encoger las piernas sobre la tripita y enrojecerse la cara.
Sin embargo, no es nada grave, aunque tampoco se sabe muy bien qué los causa. Se barajan diferentes opciones, aunque no se ha demostrado ninguna de ellas: demasiados gases intestinales causados por ingerir demasiado aire al mamar o al tomar el biberón, una posible y normal intolerancia inicial a la lactosa, una cuestión de temperamento, etc. También es importante no olvidar que el hecho de que la madre fume durante el embarazo puede favorecer la aparición de estos cólicos.
Remedios
Los cólicos del lactante acaban desapareciendo por sí solos, sin que haya un tratamiento específico para ellos. Lo mejor, tratar de calmarlo y consolarle. Pero, ¿cómo? He aquí algunas recomendaciones:
- Mantener la calma. Los nervios de los padres alterarán aún mas al niño.
- Masajear suavemente la tripita con movimientos circulares. Mejor si se realiza durante un baño en agua tibia.
- Colocarlo sobre el antebrazo, apoyando la cabeza en él y pasando la mano por debajo de la rodilla para evitar ejercer presión alguna sobre la tripa. Si se prefiere hacerlo estando sentado, se puede apoyar sobre las piernas. En cualquier de las dos posiciones puede practicarse un suave masaje en la espalda.
- Mecerlo, ya sea en su cuna o mientras se pasea con él en el cochecito.
- Pasear con él colocándolo en una mochila portabebés.
- Tratar de evitar que ingiera demasiados gases al alimentarse. Si se utiliza el biberón se puede probar con una tetina que tenga el agujero más pequeño y colocar el biberón siempre en posición completamente vertical. Si se alimenta con leche materna, hay que asegurarse de que todo el pezón y parte de la areola están dentro de su boca.
- La madre lactante debe evitar tomar bebidas excitantes Café, té, refrescos de cola, etc.).
- Si se alimenta con leche maternizada no debe cambiarse ésta, salvo por indicación expresa del pediatra.
- Olvidar los remedios de la abuela, las infusiones de anís estrellado.
Y si nada de esto funciona, la paciencia se convierte en el mejor remedio. Es cuestión de tiempo: antes o después de los 3-4 meses los cólicos empezarán a remitir y volverá la calma.