En una primera etapa, el bebé utiliza su pie como un órgano táctil que le sirve para explorar su entorno. Durante los primeros meses lo más natural es que vaya con un tipo de calzado que no oprima el pie, le facilite esta función táctil, y que además, le proteja del frío, la humedad y las lesiones.
Cuando el niño empiece a gatear, el zapato debe cumplir las siguientes cualidades:
- Procura que el material de la parte superior del calzado que elijas sea ligero (que no sea sintético), para que los pies de tu bebé respiren y no suden mucho.
- Las suelas deben ser flexibles y con una buena tracción. Fíjate que no sean duras y lisas, porque tu niño se puede resbalar con más facilidad.
- Las punteras deberán ser reforzadas para proteger el pie de los golpes y evitar que se produzcan daños en uñas y dedos.
- La parte trasera del zapato deberá ser alta, en piel y sin contrafuertes.