Se llama uña encarnada a aquellas uñas cuyos bordes se introducen en el interior del dedo, causando la inflamación y enrojecimiento a su alrededor y muchas veces incluso dolor. También puede producir una infección.
Para evitar este problema resulta fundamental conocer las causas:
- Utilizar zapato demasiado prietos que comprimen los dedos del pie aumentando la presión sobre los mismos. Los zapatos de tacón suelen cumplir esta condición: acabados en punta o con una puntera muy estrecha.
- En ocasiones un zapato demasiado ancho también puede favorecer el que la uña se encarne.
- Cortar inadecuadamente las uñas: dejando bordes redondeados o recortándolas demasiado.
- Arrancar las uñas en vez de cortarlas.
- Alguna deformidad del pie o de los dedos.
- Tener las uñas encorvadas hacia abajo o demasiado gruesas o grandes para el tamaño de los dedos.
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Traumatismos con aplastamiento del dedo.

El primer consejo para prevenir la uña encarnada pasa necesariamente por acudir a un podólogo para que analice los pies, detectando posibles deformidades, estudiando la morfología de las uñas y preguntando por el tipo de calzado que se utiliza. Este profesional podrá indicarle el tipo de calzado que debe utilizar y enseñarle a cortar correctamente las uñas para intentar evitar la uña encarnada:
1) Calzado:
2) Mantener los pies secos y limpios.
3) Cómo arreglarse las uñas: cortarse las uñas de los pies correctamente es la mejor manera de evitar que alguna de ellas se encarne. Y debe hacerse siempre con un cortaúñas o en todo caso con tijeras rectas, no curvas. La mejor manera de hacerlo es la siguiente:
- Poner el pie a remojo en agua caliente para que las uñas se ablanden.
- Cortarlas de forma recta. Si se redondean los bordes laterales, éstos pueden crecer encorvándose hacia abajo y penetrar en la piel.
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No hay que recortarlas demasiado.
En el caso de que no se vea correctamente o se tenga dificultades físicas que no le permitan llegar bien al pie para cortar las uñas, es preferible que lo haga otra persona o acuda regularmente a un profesional.
El cuidado de las uñas -y de los pies- es especialmente importante en las personas diabéticas, ya que existe el riesgo de sufrir una de las complicaciones más peligrosas el llamado pie diabético. Estas personas deberían someterse a exámenes periódicos de los pies.