En ocasiones el glaucoma no es una enfermedad independiente, sino que es consecuencia de una patología preexistente, ya sea ésta ocular o sistémica, por lo que recibe la denominación de glaucoma secundario. En tales casos, los mecanismos de drenaje del humor acuoso, y por tanto el nervio óptico, resultan afectados por la evolución de otra enfermedad.
En función de cuál sea esta pueden darse diferentes tipos de glaucoma secundario:
1) Patologías oculares:
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Uveítico: el sistema de drenaje se ve obstruido por una inflamación surgida en el interior del ojo.
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Traumático: un golpe que afecte al ojo puede afectar a la estructura del sistema de drenaje.
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Neovascular: se produce al no llegar suficiente oxígeno a los tejidos, lo que genera el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que pueden llegar a causar la obstrucción. Las patologías que con más frecuencia causan este cuadro patológico pueden ser una retinopatía diabética y en trombosis.
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Tras un trasplante de córnea: en ocasiones este tipo de intervención quirúrgica puede inducir alteraciones estructurales e inflamaciones que afecten al sistema de drenaje.
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Debido a una patología retiniana: puede producirse a causa de una inflamación producida por la patología en cuestión o al desplazamiento de sustancias que, como es el caso de la silicona, se han utilizado en una intervención quirúrgica para recolocar la retina.
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Causado por tumores intraoculares: estos tumores, en función de su tamaño, pueden presionar y llegar a obstruir el sistema de drenaje.
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Pigmentario: se produce por una dispersión de pigmento que obstruye la vía de drenaje del humor acuoso.
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Inducido por el cristalino: se deben a la alteración de la forma o de la posición del cristalino.
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Pseudoexfoliativo: por desprendimiento de tejidos de las diferentes estructuras intraoculares.
2) A la forma del ojo: se da en ojos más pequeños de lo normal (nanoftalmos), ya que su tamaño lo predispone a sufrir la obstrucción del sistema de drenaje.
3) Causados por medicamentos: el tratamiento no controlado con corticoesteroides puede inducir un aumento la presión intraocular y, como consecuencia, causar un glaucoma.
4) Patologías externas del globo ocular: la compresión de las venas yugulares puede provocar un aumento de la presión venosa en las venas que irrigan la esclerótica del ojo. Esta situación la pueden causar patologías concretas, como la insuficienia cardíaca congestiva, algunas enfermedades pulmonares que cursan con insuficiencia respiratoria o una fístula carótido-cavernosa. Sin embargo, también pueden causarla otros agentes externos, como un nudo de corbata excesivamente apretado o tocar determinados instrumentos de viento que, como la trompeta o el trombón, exigen un gran esfuerzo muscular en el cuello que aumenta la presión venosa en la yugular.
Tratamiento del glaucoma secundario
Determinar la causa del glaucoma secundario es fundamental para establecer el tratamiento más adecuado, pues al tratar la causa se frena la evolución del glaucoma. En algunos casos ello supondrá que el glaucoma no continuará su desarrollo, pero en otros será necesario tratarlo independientemente de la causa para evitar o ralentizar su posible evolución.