Las contracciones se perciben como un endurecimiento del abdomen como consecuencia de la actividad del músculo uterino. Se perciben cuando su intensidad supera los 10 mmHg, que es el tono que normalmente tiene el útero. Son movimientos involuntarios.
Tipos de contracciones
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Contracciones focales
Se producen por un estímulo de sólo una parte del útero, generalmente debidas a un movimiento del bebé.
- Contracciones de Braxton Hicks
Son pequeñas contracciones del útero, de baja intensidad y frecuencia. Comienzan a partir del quinto o sexto mes del embarazo o incluso antes, y se caracterizan porque abarcan todo el útero. No son dolorosas y se percibe como un endurecimiento del útero dando una sensación de tensión abdominal cuando aparecen. Duran aproximadamente unos 30 segundos. Corresponden a un ejercicio del músculo uterino para prepararse para el día del parto. El útero, como todo músculo, debe tener un entrenamiento para soportar el trabajo del parto.
- Contracciones de parto
Las contracciones del parto son diferentes. Son más regulares, cada dos o tres minutos en la fase más avanzada, y duran aproximadamente de 1 a 3 minutos cada una. No pasan desapercibidas porque suelen ser dolorosas. Por lo general también van asociadas a la expulsión del tapón mucoso, que es un flujo gelatinoso, muchas veces manchado con sangre, y una sensación de presión en la vagina, provocada por la cabecita del bebé que presiona el periné y el recto, dando sensaciones similares a las de querer evacuar el intestino. Una característica típica del trabajo de parto es que entre contracción y contracción los dolores cesan, permitiéndote en esos momentos realizar ejercicios respiratorios profundos y relajar tus músculos para poder sobrellevar mejor la próxima contracción.
Se deberá acudir a la maternidad en el momento en que las contracciones sean regulares y se repitan cada 5 minutos (si es el primer parto) o cada 10 minutos (si no es el primer parto) durante al menos media hora.