Del mismo modo que la edad a la que sobreviene la menopausia puede oscilar, por término medio, entre los 45 y los 53 años, no todas las mujeres presentan los mismos síntomas, con la misma intensidad o durante el mismo tiempo. Tampoco la percepción y conocimiento de las consecuencias de la menopausia –riesgo cardiovascular o de otras enfermedades, calidad de vida, impacto físico, sexualidad, etc.- o su tratamiento -control de síntomas o terapia hormonal-. El 85% de las mujeres llega a la menopausia de forma natural, mientras que el 15% restante lo hace quirúrgicamente como consecuencia de enfermedades ginecológicas.
En primer lugar, hay que señalar que, aunque la edad media de inicio de la menopausia se sitúa en torno a los 48,7 años, son muchos los factores físicos, biológicos y medioambientales que condicionan este momento: edad de la primera regla, número de hijos, factores genéticos, historial ginecológico, obesidad, etc. En el 47% de los casos la menopausia se produce entre los 46 y los 50 años mientras; un 32% entre los 51 y los 55 años; un 6% tiene una menopausia precoz (antes de los 40 años) y un 2% una menopausia tardía (después de los 55 años). La menopausia tardía es más frecuente entre las mujeres obesas.
Síntomas de la menopausia
No todas las mujeres padecen los mismos síntomas, y tampoco es igual su intensidad y duración.
- Sofocos: es el síntoma más frecuente (80%) durante los tres primeros años después de menopausia. Sin embargo su incidencia y frecuencia se reduce con la edad: 42% al cabo de diez años y 25% después de 20.
- Alteraciones del sueño: las sufren el 67% de las mujeres menopáusicas, aunque con una severidad muy variable, pero que van disminuyendo conforme aumenta la edad. Hay que señalar, sin embargo, que en el caso de la menopausia precoz estas alteraciones o son muy severas o no se producen.
- Irritabilidad: los cambios de humor son otro síntoma muy frecuente (63%) de los primeros años de menopausia, aunque en este caso se da en mayor medida en las mujeres más jóvenes.
- Sequedad vaginal: la padecen un 54% y en muchos casos afecta negativamente a su vida sexual, pese a los muchos productos disponibles en el mercado para este problema.
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Dolores articulares: son más frecuentes en mujeres de más de 55 años de edad.
Tratamiento de la menopausia
Un dato importante a tener en cuenta es que, pese a la existencia de numerosos tratamientos para la sintomatología propia de la menopausia un alto porcentaje de mujeres (39%) dice no haber recibido ninguna o muy escasa información a este respecto.
No obstante, las mujeres que viven en la ciudad y con un alto nivel de estudios tienen preferencia por el tratamiento hormonal sustitutivo (32%), mientras que las de ámbito rural y con menor nivel de estudios se decantan por la fitoterapia (35%) o, en todo caso, hacen lo que les diga el médico. Pese a todo existe un claro recelo, tanto por parte de las mujeres como de los propios médicos, en relación a ambos tipos de tratamiento, ya sea por sus efectos adversos en el caso de la THS o por la falta de eficacia de la fitoterapia.
También hay que indicar que no son pocas las mujeres que, una vez instaurada la menopausia, dejan de visitar al ginecólogo y sólo consultan con el médico de atención primaria.
Osteoporosis y menopausia
La pérdida de densidad ósea (osteoporosis) es uno de los temas que más preocupa a la mujer menopáusica, aunque no se suelen adoptar medidas preventivas una vez que se ha instaurado el climaterio: dieta rica en calcio, ejercicio físico y suplementos de calcio. Sólo un 28% realiza una actividad física moderada, un 43% asegura que camina más de media hora diaria y un 28% no realiza ningún tipo de ejercicio físico.
