La diarrea del viajero es una enfermedad infecciosa, de origen bacteriano o vírico, que puede llegar a afectar a la mitad de las personas que viajan a zonas tropicales de países subdesarrollados de África, Sudamérica y Asia. Puede aparecer en los primeros días del viaje, pero también después de haber regresado. No obstante, también se pueden producir en países desarrollados ante determinadas prácticas de higiene deficiente en la preparación de alimentos o por beber agua no tratada.
La causa más habitual es la ingestión de agua o alimentos contaminados por restos fecales y en el 80% de los casos el agente infeccioso es una bacteria, siendo la más común la Escherichia coli, aunque también hay otras bacterias, rotavirus y protozoos que pueden estar en su origen. Dependiendo de cuál sea el agente patógeno causante los mecanismos que desencadenan la infección son diferentes. En unos casos, las bacterias liberan toxinas que son las que causan el daño en el intestino que origina la diarrea. En otros es la propia bacteria el factor desencadenante.
Hay que advertir, no obstante que los expertos señalan a los virus como los microorganismos que causan la mayoría de las diarreas del viajero que se producen en bebés y niños (70% de los casos), mientras que en los adultos este porcentaje se reduce al 20-30%.
Factores de riesgo de la diarrea del viajero
El principal factor de riesgo de la diarrea del viajero es el lugar de destino, especialmente si se trata de países subdesarrollados o en vías de desarrollo del sur asiático, África, Oriente Medio o Latinoamérica, en los que el tratamiento de las aguas está muy limitado y los alimentos (especialmente los vegetales) se limpian con aguas contaminadas, por ejemplo, procedente de un río al que suelen ir a parar las aguas residuales.
No obstante la infección también puede producirse en países desarrollados, si se bebe agua de arroyos o lagos, si las personas que preparan los alimentos no mantienen las adecuadas medidas de higiene o si el tratamiento del agua de consumo no es el adecuado. Los campings en los que las instalaciones sanitarias (servicios y duchas) no se cuidan adecuadamente suelen ser un lugar idóneo para desarrollar la diarrea del viajero.
Otro factor de riesgo importante es que el viajero sea un adulto joven, que esté inmunodeprimido, que tenga diabetes o alguna enfermedad inflamatoria o que tome antiácidos.
Síntomas de la diarrea del viajero
Aunque se puede producir en cualquier momento del viaje, lo más habitual es que esto ocurra en los primeros días, iniciándose con la presentación de síntomas inespecíficos, como calambres abdominales, náuseas o hinchazón. No obstante, el tiempo en que tarden en aparecer los síntomas generales dependerá de cuál sea el agente infeccioso, ya que varía el tiempo de incubación de uno a otro.
Los síntomas más comunes son los siguientes:
- Aumento de la frecuencia y volumen de las deposiciones.
- Heces poco consistentes o líquidas.
- Urgencia en la deposición.
- Pérdida del apetito.
- Pérdida de peso.
- Náuseas y vómitos.
- Calambres abdominales.
- Hipotermia.
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Astenia.
En los casos más severos a estos síntomas puede sumarse la presencia de moco o sangre en las heces, dolor abdominal e incluso fiebre alta.