sífilis
No obstante, también se transmite de madre a hijo durante el embarazo y en este caso puede causar en el feto malformaciones congénitas o provocar un aborto, la muerte fetal o el parto prematuro. Un bebé con sífilis puede morir a las pocas semanas de nacer o sufrir sordera, convulsiones, cataratas y otros problemas de salud.
Siendo una infección bacteriana, la sífilis es fácil de tratar con antibióticos cuando se tienen los primeros síntomas. El problema es que éstos aparecen y desaparecen y pueden pasar años antes de que lo hagan. Si no se trata, puede llegar a causar la muerte.
sífilis
Si no se trata puede causar una erupción en la piel que se suele localizar en la palma de las manos o la planta de los pies, pero que, al igual que la llaga, desaparece por sí sola al cabo de unas tres o seis semanas. Sin embargo, la infección sigue estando presente y continúa progresando.
La progresión de la sífilis implica una segunda fase en la que los síntomas se hacen más evidentes. Aparecen erupciones o úlceras en las mucosas de la boca, la vagina, el pene o el ano. También pueden producirse erupciones más o menos extensas en las zonas más húmedas de la piel, generalmente en los grandes pliegues, como las axilas y la ingle. Pero en esta fase también se producen otros síntomas como:
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Inflamación ganglionar.
- Caída del pelo.
- Fatiga.
- Dolor muscular.
- Dolor de garganta.
- Pérdida de peso.
Una vez más, los síntomas pueden desaparecer por sí solos incluso si no se sigue el tratamiento antibiótico.
Ello lleva a una tercera fase en la que la sífilis permanece en estado latente, hasta que en un tiempo que puede oscilar entre los 10 y los 30 años, vuelve a reaparecer con una sintomatología más grave:
- Entumecimiento.
- Dificultad para coordinación motora.
- Parálisis.
- Pérdida de visión progresiva hasta la ceguera.
- Demencia.
- Daños en diferentes órganos y en los huesos.
Además de todo ello, en esta fase de desarrollo la sífilis puede causar la muerte.