La inapetencia sexual es una de las disfunciones sexuales más frecuentes, a pesar de que son pocas las personas o parejas afectadas que acuden a un profesional para encontrar una solución. Muchas personas piensan que es una situación transitoria y que ya pasará, pero lo cierto es que si no se aborda el problema a tiempo puede llevar a la desaparición total de las relaciones sexuales.
La inapetencia sexual o falta de deseo sexual puede deberse a razones médicas, aunque lo más habitual es que predomine el componente psicosocial.
En el primer caso hay varias causas posibles:
- La baja concentración de testosterona en los hombres.
- El descenso de estrógenos y el aumento de prolactina durante el final del embarazo.
- La lactancia en las mujeres.
-
Enfermedades como el hipotirodismo.
Pero lo más frecuente es que sea un efecto secundario a la toma de determinado tipo de medicamentos: antidepresivos, hipolipemiantes, betabloqueantes, diuréticos, etc. En tales casos la solución pasa por una visita al médico para que ajuste o cambie la medicación.
Pero lo cierto es que en la mayoría de los casos la inapetencia sexual tiene su origen en comportamientos y actitudes sociales y factores psicológicos. Entre ellas se puede destacar la insatisfacción ante las relaciones sexuales con la pareja, que puede ser multifactorial. En la mujer, por ejemplo, la ausencia de orgasmos (anorgasmia) o el dolor durante el coito pueden llevar a la frustración y la inhibición del deseo sexual. En el hombre, la eyaculación precoz y el hecho de tratar de enmascarar el problema le pueden llevar a distanciar cada vez más las relaciones sexuales. Pero en ambos casos puede ser la insatisfacción o el aburrimiento que originan unas relaciones sexuales basadas en la rutina llevan a la inapetencia; al igual que una mala relación de pareja.
El estrés es otra de las causas de la desaparición del apetito sexual: un exceso de trabajo, las preocupaciones que lo generan o el cansancio son factores muy determinantes en la pérdida de frecuencia y calidad de la relación sexual. Otros factores psicológicos que condicionan la inapetencia sexual son la depresión, la pérdida de autoestima, la existencia de traumas sexuales y los problemas con la imagen corporal.
Finalmente, la menopausia y la andropausia pueden llevar a condicionar las relaciones sexuales de diferentes formas. En el caso de la mujer, por ejemplo, la sequedad vaginal puede llevar a coitos dolorosos si no se utiliza lubricante y, como consecuencia, inducir la inapetencia sexual.
En cualquier caso, lo importante es saber que la inapetencia sexual tiene solución y que la terapia psicológica, individual y/o en pareja, es una buena vía para solucionar los problemas que la generan.