A la hora de planificar esta actividad, no hay un número de veces por semana máximo ni mínimo para las sesiones de natación con un bebé. Lo óptimo, si el bebé va a empezar clases de natación, lo va a marcar él mismo. Es necesario que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
-La elección del horario, como otras muchas cosas, lo elegirá el propio bebé. Deberá ser a una hora en la que no tendrá que dormir ni comer. Esto es importante para que las sesiones de natación no perturben el ritmo diario habitual.
-Nunca le des de comer minutos antes de la sesión de natación.
-En cuanto al tiempo que el pequeño permanecerá en el agua de la piscina, las primeras sesiones serán cortas y podrán ir aumentando progresivamente hasta los 20 minutos como máximo. De todas formas ya se ha dicho que será el propio bebé quien marque este tipo de pauta, si ves que tiene frío, está incómodo o llora demasiado deberás sacarle de la piscina.
-La temperatura del agua deberá estar a unos 32 grados centígrados, aunque puede variar un grado arriba o abajo dependiendo de la época del año y la edad del niño.
-El nivel de cloración del agua deberá estar entre el 0,5 y el 0,6 por ciento (frente al 1 por ciento en las de adulto).
-Es muy recomendable que la piscina sea cubierta y climatizada y por supuesto cumpla con los requisitos higiénicos-sanitarios establecidos.
-La piscina de los pequeños debe ser sólo para ellos, nunca compartida.