La intralipoterapia consiste en la inyección de una sustancia denominada ácido desoxicólico, una solución acuosa con base gelatinosa y totalmente biocompatible, ya que está presente en el organismo humano y se reabsorbe con facilidad. Es un tratamiento especialmente indicado para eliminar las acumulaciones de grasa que se producen en abdomen, caderas, muslos, rodillas y brazos, por lo que no se recomienda su uso en personas obesas.
El ácido desoxicólico se inyecta con un único pinchazo y una aguja extrafina directamente en el tejido adiposo, licua la grasa y los lípidos se eliminan de forma natural a través del sistema linfático. Para lograr unos resultados satisfactorios se necesitan al menos tres sesiones de intralipoterapia, con un mínimo de tres semanas de intervalo entre una y otra. La intralipoterapia no requiere anestesia y al finalizar la sesión no sienten molestias, aunque en ocasiones aparece un pequeño enrojecimiento en la zona, algo de escozor y en algunos casos hematomas de corta duración. Algunos especialistas recomiendan someterse a un drenaje linfático transcurridos dos días y otro una semana después.
La intralipoterapia está contraindicada en mujeres embarazadas o lactantes o cuando existen infecciones, diabetes o enfermedades graves de corazón, hígado o riñón. En pacientes con trastornos hemorrágicos o de coagulación y aquéllos sometidos a terapia anticoagulante, esta técnica se debe utilizar con precaución ya que es más probable que aparezca alguna equimosis (pequeña acumulación subcutánea de sangre).