La calvicie o alopecia androgénica es un problema que no es exclusivo de los hombres, sino que puede afectar también a un 30% de las mujeres de entre 40 y 60 años y un pequeño porcentaje de chicas jóvenes (20 a 30 años).
Un cabello crece a un promedio de 1,2 centímetros al mes durante un periodo que puede oscilas entre los dos y los seis años, momento en que deja de crecer y se cae para ser reemplazado por un nuevo cabello que se inicia con un estrechamiento de la parte central superior y la corona del cuero calludo para luego ensancharse, manteniéndose la línea frontal de implantación superior. Rara vez se produce una progresión que lleva a la calvicie total.
Causas de la calvicie femenina
Las causas de la calvicie femenina pueden ser diferentes:
- El envejecimiento.
- Alteraciones de los niveles de andrógenos. Este es el caso de la caída de estrógenos que se produce tras la menopausia y que puede originar que el cabello se torne más fino, mientras que el vello facial sea más grueso.
- Antecedentes familiares de calvicie de patrón masculino o femenino.
No obstante, cabe señalar que la pérdida o adelgazamiento del cabello, al margen de la calvicie de patrón femenino, puede tener distintos orígenes:
- Anomalías congénitas de la raíz del cabello.
- Enfermedades de la piel que causan la cicatrización de los folículos.
- Algunas enfermedades autoinmunes.
- Déficit de hormona tiroidea.
- Deficiencia de hierro o de algunas vitaminas.
- Tratamientos oncológicos y ciertos medicamentos.
Tratamiento de la calvicie femenina
La calvicie femenina se caracteriza porque la pérdida de cabello, aunque permanente, es de leve a moderada. Sin embargo, no hay muchas opciones de tratamiento. Una de ellas es la aplicación de minoxidil a una concentración del 2%, que resulta eficaz en una de cada cinco mujeres, retrasando la caída del cabello e incluso favoreciendo su crecimiento. El problema es que no se puede dejar de usar, pues de lo contrario se reanuda la pérdida de pelo.
Una solución estética podría ser el uso de extensiones o cambiar el peinado de modo que disimule el adelgazamiento del pelo. Las extensiones, sin embargo, a medio plazo pueden dañar más aún el pelo y favorecer una mayor caída.