La finalidad de los cuidados médicos antes del parto es controlar a la madre y a su bebé en desarrollo, así como cuidar del bienestar de ambos.
Los auxiliares sanitarios y los médicos están preparados para informar, asesorar y confortar a las futuras mamás, además de controlarlas, revisar su salud y tratarlas en caso necesario.
Pruebas prenatales
A lo largo de la gestación, se practica una amplia gama de pruebas a las embarazadas. Al principio, se efectúan análisis de sangre para detectar cualquier infección que pueda afectar al bebé y comprobar el grupo sanguíneo de la madre.
Se realiza un análisis de orina para buscar posibles infecciones y para medir las proteínas y el azúcar. La ecografía sirve para determinar la posición de la placenta y comprobar si hay algún problema físico que pueda afectar al niño o repercutir en el parto. Existen otras muchas pruebas de detección. “El embarazo es el momento ideal para concentrarte en tu salud: comer alimentos nutritivos, practicar ejercicio suave con regularidad, reducir al mínimo el consumo de alcohol y dejar de fumar.” Clases de preparación al parto
Estas clases están diseñadas para preparar a las embarazadas y a sus parejas para la experiencia del parto. Suponen una oportunidad excelente para ir adquiriendo información, compartir inquietudes y temores, aprender nuevas habilidades y conocer a otras personas que están viviendo una situación parecida.
Las clases de preparación al parto son impartidas por médicos o auxiliares sanitarios tanto en la comunidad como en los hospitales.
Dichas clases suelen ser informales y de grupos reducidos. En ellas se ofrecen consejos sobre la lactancia materna, se ayuda a poner en contacto a personas con problemas similares y se organizan grupos para las mamás y los recién nacidos.
Cómo disfrutar de una vida sana
La propia embarazada es la que desempeña el papel más importante en la preparación de la llegada de su hijo. El embarazo es el momento ideal para concentrarte en tu salud: comer alimentos nutritivos, practicar ejercicio suave con regularidad, reducir al mínimo el consumo de alcohol y dejar de fumar.
- El tabaco. Se ha demostrado que fumar durante el embarazo daña al bebé en desarrollo. En concreto, es probable que su crecimiento resulte afectado y que pese menos al nacer. Fumar durante y después de la gestación también aumenta el riesgo de síndrome de la muerte súbita del recién nacido (SMSRN).
- La dieta. Si la madre mantiene una dieta saludable durante el embarazo, tanto ella como su bebé recibirán todas las vitaminas y los minerales que ambos necesitan. Por tanto, sigue una dieta nutritiva y bien equilibrada, compuesta de alimentos variados como los siguientes:
- Alimentos con fécula, como cereales, pan, patatas y pasta.
- Abundancia de frutas y hortalizas que aporten vitaminas y fibra.
- Alimentos ricos en proteínas, como carne, pescado, huevos y legumbres.
- Productos lácteos que aporten calcio.
- Alimentos ricos en grasas poliinsaturadas, como el pescado azul; por ejemplo, el salmón y la trucha.
Te recomendamos que no abuses de los dulces, la sal ni la grasa. Una dieta vegetariana bien equilibrada te aportará todo lo que necesitas, pero si eres "vegetariana estricta", pide consejo a tu médico de cabecera sobre la necesidad de tomar suplementos de calcio, vitamina D y vitamina B12.
- El ácido fólico. El ácido fólico es el único suplemento vitamínico que se recomienda para las mujeres que siguen una dieta equilibrada. Es necesario para que los glóbulos rojos se desarrollen con normalidad, y un consumo suficiente reduce las posibilidades de que el niño nazca con defectos del tubo neural.
El encéfalo y la médula espinal de los bebés se forman a partir del tubo neural al principio del embarazo. Un ejemplo característico de defecto del tubo neural es la espina bífida, en la que una porción de la médula espinal no queda bien delimitada. Puede causar problemas como parálisis de las extremidades inferiores e incontinencia.
Lo ideal es empezar a tomar el ácido fólico antes de quedarse embarazada (unos tres meses antes de intentar concebir) o bien nada más darse cuenta de que se está embarazada. Conviene continuar tomándolo durante al menos las 12 primeras semanas. La dosis diaria recomendada es de 400 microgramos, cantidad que supera el aporte habitual de la dieta, que es de sólo 200 microgramos.
El ácido fólico se encuentra en las hortalizas verdes frescas, como el brécol, los guisantes, las judías verdes y las espinacas. Se venden muchos cereales y algunos tipos de pan enriquecidos con ácido fólico.
- ¿Qué alimentos debes evitar? Las mujeres embarazadas pueden contraer algunas infecciones y transmitirlas a su hijo en desarrollo a través de la placenta. Algunos ejemplos son la toxoplasmosis, la listeriosis y la salmonelosis.
Aunque estas infecciones no son comunes, pueden provocar un parto prematuro, problemas con el desarrollo del bebé o enfermedades del niño nada más nacer. Por eso, si estás embarazada, te recomendamos que evites estos alimentos:
- Productos lácteos sin pasteurizar.
- Quesos blandos y azules.
- Helados cremosos.
- Huevos y marisco crudos o poco hechos.
- Pollo poco hecho.
- Carne y sus derivados poco hechos.
También es recomendable que evites el hígado, los patés de hígado y el aceite de hígado de bacalao durante la gestación, ya que estos productos contienen un alto nivel de vitamina A. Las cantidades excesivas de vitamina A pueden provocar anomalías del bebé en desarrollo.
- La toxoplasmosis. La toxoplasmosis es una enfermedad que se contrae a través de las heces de los gatos. Evita tocar la arena del gato, ponte guantes si quieres trabajar en el jardín y lávate bien las manos cuando termines.
- El alcohol. Se ha comprobado que las mujeres que beben mucho exponen a su hijo a una serie de problemas físicos y mentales denominados en conjunto "síndrome alcohólico fetal". Si te quedas embarazada, no bebas alcohol.
- El ejercicio. Un ejercicio moderado que te haga entrar en calor y te canse ligeramente será beneficioso para ti, sobre todo si tu cuerpo ya está acostumbrado. Mantenerte en forma es una excelente manera de prepararte para el esfuerzo que tendrás que hacer durante el parto.
No es prudente empezar un programa nuevo de ejercicio intenso, pero puedes comenzar con ejercicios suaves e intensificarlos poco a poco. Evita los ejercicios que te hagan sudar demasiado, las saunas y los baños calientes.
Las articulaciones se distienden durante la gestación para prepararse para el parto, por lo que deberás evitar los saltos y los impactos violentos, y sustituirlos por ejercicios más suaves, como caminar y nadar, o por clases especiales de gimnasia en el agua.
- Los viajes. Casi todas las compañías aéreas impiden viajar a las embarazadas a partir de las 34 36 semanas de gestación. A partir de las 28 semanas aproximadamente, algunas compañías solicitan un certificado médico en el que se confirme que la embarazada puede volar.
El riesgo principal asociado a los vuelos es la trombosis venosa profunda (TVP). El riesgo de sufrir una TVP aumenta con el propio embarazo y algunas mujeres embarazadas tienen un riesgo aún mayor. Comenta todo esto con tu médico antes de viajar en avión.
Los siguientes consejos pueden ser útiles para que los viajes resulten más cómodos:
Usar ropa cómoda, que no le oprima.
Es aconsejable que antes de iniciar el viaje tome algunas galletas para ayudar a prevenir las náuseas.
Realizar una parada cada dos horas y dar un paseo corto para estirar las piernas.
No tome ningún medicamento sin consultar a su médico, incluso las pastillas o jarabes contra el mareo que no requieren receta médica.
Si va a permanecer fuera de su domicilio habitual durante algunos días (como puede ocurrir durante las vacaciones), pregunte a su médico sobre otro doctor, clínica u hospital que le pueda prestar asistencia en la localidad a donde se desplaze.
Viajes en avión:
Viajar en avión es seguro durante el embarazo. Si puede, evite los viajes aéreos largos a partir del séptimo mes de gestación, por la posibilidad de parto prematuro.
Pida un asiento junto al pasillo, en la parte delantera de la cabina, ya que ésta es la zona más estable y le permitirá ponerse de pie, pasear y poder ir con facilidad al sanitario.
En el transcurso del viaje debe realizar comidas ligeras, hacer ejercicios frecuentes con las piernas, intentar pasear cada hora y si es posible intercalar periodos con las piernas estiradas y en alto, no beber alcohol, beber abundantes líquidos (agua, zumos, etc...). Los detectores de metales utilizados por los servicios de seguridad de los aeropuertos no son peligrosos para el bebé.
- El sexo. Puedes mantener relaciones sexuales con normalidad, salvo que tengas algún problema específico y tu médico o tu matrona te hayan recomendado que las evites.
Aunque está permitido tener relaciones durante todo el embarazo en general, se recomienda tener cuidado al comienzo y final del embarazo, que es la fase de implantación y la de provocación del parto, para evitar aumentar el riesgo de aborto y el del parto prematuro.
El uso de preservativo se recomienda para que el semen, que contiene sustancias que pueden provocar contracciones, no entre en contacto cone le cuello uterino.
Como regla general, puede usted mantener relaciones en las que la postura sea cómoda para la mujer y se eviten ejercicios violentos. Si aparece dolor o hemorragia vaginal, flujo o contracciones uterinas se deben evitar y consultar con su médico.
- El embarazo y el trabajo. En España, la duración de la baja por maternidad es de 16 semanas ininterrumpidas, salvo en los casos de parto prematuro o en aquellos en que el neonato deba permanecer hospitalizado después del parto. Por otro lado, este período es ampliable en 2 semanas más por cada hijo, a partir del segundo, si se trata de un parto múltiple. La baja por maternidad podrá disfrutarse en régimen de jornada completa o a tiempo parcial.
